La abrupta dimisión el pasado 22 de abril del socialista Álex Pastor al frente de la Alcaldía de Badalona reabre la pugna por la incierta sucesión al mando de la cuarta ciudad de Cataluña en población, una carambola a seis bandas que se despejará en el Pleno del próximo martes.
Lo normal es que el ganador de las tres últimas elecciones municipales, el popular Xavier García Albiol, se quede de nuevo fuera, porque las fuerzas de izquierdas ya están forjando un nuevo acuerdo para lograrlo.
«No me apostaría nada a que no se vuelve a repetir una carambola», sostuvo esta semana en alusión al pacto in extremis al que llegaron el resto de formaciones del Consistorio tras los comicios del 26-M para investir al Pastor, que dejó el bastón tras ser arrestado por conducir ebrio durante el confinamiento.
Después del Pleno extraordinario en el que se dio cuenta de la renuncia, el antiguo líder del PP catalán abogó por que suponga «el final de una etapa bastante gris» -en alusión a los gobiernos de Guanyem y del PSC-, por más que no desechó la posibilidad de que vuelvan a impedir que su candidatura se haga con el mando de la ciudad.
«Las cosas en el Ayuntamiento de Badalona son imprevisibles. Hasta el último momento. Cinco minutos antes del Pleno de investidura se puede vivir una situación como la que se dio hace un año en la ciudad», manifestó el político conservador, que igual pesca en río revuelto, ya que el pasado martes, ERC rechazó la propuesta del PSC para compartir la Alcaldía, y mantiene su apuesta por que la exalcaldesa Dolors Sabater (Guanyem) lidere un Ejecutivo progresista. Parecen condenados a entenderse, y más con Sánchez tan cercano a Junqueras, aunque hay que atender a cinco claves para la fumata blanca.
El veto a albiol de fondo
El pasado 26 de mayo, Albiol se quedó a tres ediles de la mayoría absoluta, lo que la oposición aprovechó para forjar un acuerdo in extremis e investir al socialista Álex Pastor. El PSC logró así hacerse con la Alcaldía, a la que se sumaron luego los comunes, gracias al apoyo de Guanyem Badalona en Comú -que lidera la exalcaldesa Dolors Sabater-, ERC y JxCat, que accedieron a regañadientes a cambio de mantener abiertas las negociaciones. Sin embargo, los 10 meses de legislatura han desgastado las relaciones entre formaciones, especialmente las del Ejecutivo con los sectores independentistas, que se dicen «engañados».
La decisión la tiene el PSC
Tal y como sucedió en 2019, los seis concejales del PSC vuelven a tener la clave de la gobernabilidad. Y es que la mayoría absoluta está fijada en 17 ediles. De su voto y capacidad para articular pactos depende el Ejecutivo de Badalona, que los socialistas aspiran a conservar con Rubén Guijarro a la cabeza, mano derecha de Pastor y hombre fuerte del partido en el municipio. El dirigente progresista se estrena en el liderazgo a prueba de cintura política, ya que, por activa o por pasiva, decidirá el futuro de la ciudad bien permitiendo a Albiol gobernar o bien negociando con los independentistas el sillón. De momento, Esquerra le ha dado calabazas.
Dos exalcaldes y un debutante
El hasta ahora cuarto teniente de alcalde no lo tendrá fácil, ya que sus dos contrincantes, Xavier Albiol y Dolors Sabater, cuentan con una dilatada trayectoria a sus espaldas: ambos fueron alcaldes. Ni los más férreos oponentes del conservador cuestionan su capacidad de seducción, que lo llevó incluso a comandar a los populares catalanes tras dirigir el Consistorio badalonés cuatro años. Arropada por el soberanismo, Sabater logró en 2015 apartar a Albiol. No obstante, el PSC, argumentando la «deriva independentista» de esta, la expulsó en 2018 con una moción de censura -apoyada por el PP- que encumbró a Pastor.
Gobierno de concentración
Pese a la evidente falta de consenso entre las seis fuerzas del Consistorio, un futuro Gobierno de concentración es la propuesta más repetida en los últimos días. Desde Guanyem abogan por un Ejecutivo «progresista y de izquierdas» que aglutine a todas las formaciones a excepción de PP y consideran que como segunda fuerza son los únicos «legitimados» para liderar el proyecto. Los socialistas, en cambio, estrenaron nueva etapa proponiendo liderar un Gobierno en el que participaran todos los grupos, pero ante el mutuo veto de Sabater y Albiol, se han abierto a negociar «fórmulas sin líneas rojas» con otros bloques.
¿Sin ‘cordones sanitarios’?
Aunque el escenario abierto en Badalona mantiene semejanzas con los días posteriores al 26-M, también incluye una diferencia: el cordón sanitario a Albiol se difumina. Si en la investidura de Pastor la máxima fue evitar a toda costa que el PP regresara a la Alcaldía, casi un año después las prioridades parecen haber cambiado. Ya no son pocas las voces que, ante las profundas divergencias entre partidos, se decantan por dejar que Albiol regrese al mando con la esperanza de sus opositores de que la gestión de la crisis del coronavirus desgaste suficientemente su figura como para evitar que pueda obtener la mayoría absoluta en 2023.