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El Betis y el Milan empataron ayer en el estadio Benito Villamarín en la cuarta jornada de la fase de grupo de la Europa League. Un resultado que deja muy apretada la clasificación del Grupo F para los dieciseisavos de final tras haber ganado el Olympiacos griego ante el Dudelange luxemburgués. Los sevillanos, sin embargo, mantienen el liderato.

El arranque del duelo, con la reciente victoria verdiblanca en San Siro, fue sensacional para los locales. Con Canales y Guardado manejando el cuero, el Betis fue un obús para los ‘rossoneros’, incapaces de frenar la subida de los laterales. 

En una de esas jugadas llegó el 1-0, una acción coral que pasó por hasta seis futbolistas. Los dos últimos en tocar el balón fueron Joaquín, que estuvo notable, y Junior, que asistió al corazón del área para que Lo Celso inaugurase la cuenta. Los minutos del cuadro de Quique Setién fueron de categoría, sobre todo por la fluidez del juego, la generación de espacios y de oportunidades ante un Pepe Reina que fue de los mejores en el Milan. 

 En este período, los sevillanos perdonaron en botas de Sanabria una jugada -todavía- mejor que la del primer tanto de la noche. Sin embargo, el delantero paraguayo remató mal y dejó con vida al combinado de Gattuso, totalmente empequeñecido ante la propuesta de los locales. La única opción del Milan pasó por un disparo lejano de Calhanoglu. 

 El turco fue la única referencia de los transalpinos, más aún en la segunda parte, cuando el Betis rebajó su nivel. Suso fue el primero en avisar con un tiro que detuvo Pau y apenas tres minutos después -a la hora de partido- una falta con veneno, sin que nadie la tocase, confundió al meta bético para colocar el empate. 

A partir de ahí, Junior pudo haber marcado el segundo y Tello, que pecó de egoísta, desperdició un mano a mano para llevar el éxtasis a las gradas del Benito Villamarín. En cualquier caso, el empate deja las cosas como estaban en la clasificación.