Una Argentina en recesión pone fin a la campaña de primarias

EFE
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Los aspirantes a la presidencia realizaron los últimos actos de campaña para las elecciones del domingo y a la caza de los votos de un electorado polarizado y sensible a la situación economía del país

Una Argentina en recesión pone fin a la campaña de primarias - Foto: NICOLAS AGUILERA

Los aspirantes a la Presidencia de Argentina realizaron ayer sus últimos actos de campaña para las primarias del próximo domingo, a la caza de los votos de un electorado altamente polarizado y sensible al ciclo de recesión que vive la economía del país austral.

Quienes según las encuestas acapararán casi ocho de cada diez votos, el presidente argentino, Mauricio Macri, quien busca la reelección, y el peronista Alberto Fernández, centraron sus últimos esfuerzos en los dos mayores bastiones electorales del país.

Macri, candidato del frente Juntos por el Cambio, eligió cerrar su campaña en Vicente López, localidad de la provincia de Buenos Aires, un distrito que concentra el 36,9 por ciento en el padrón nacional.

"Queremos seguir transformando la Argentina porque sabemos que falta, pero también sentimos que lo que hemos logrado nos tiene que llevar a seguir recuperando la autoestima y darnos energía para seguir con la segunda etapa", dijo Macri en el acto, en que estuvo acompañado, entre otros, por su candidato a vicepresidente, el senador peronista Miguel Ángel Pichetto.

Macri sugirió recordar lo que era el país hace cuatro años, el "abandono" que había producto en muchos casos de "las mafias y la corrupción".

A los votantes les pidió que, si se pudo avanzar en muchos campos "con el espantoso punto de partida que nos dejaron", imaginen todo lo que se podrá hacer con "un poco de viento a favor" y las "bases" que se construyeron durante su gestión.

"Los quiero, con fuerza, apoyándonos este domingo", exclamó el mandatario, eufórico, en un acto en el que también se mostró emocionado.

Macri, quien llegó a la Casa Rosada a finales de 2015 tras 12 años de kirchnerismo en el poder, busca la reelección en un momento complejo para la economía, en recesión desde abril de 2018, con altos índices de inflación y tasas de pobreza y desempleo en alza, aunque con algunas señales de tibia recuperación en los últimos meses.

La situación económica es uno de los puntos en el que más han hecho hincapié los otros ocho candidatos que participarán en estas primarias, en particular Fernández, quien, según las encuestas, aventaja por escaso margen a Macri en intención de votos.

"Es muy difícil vivir en un sistema que lo único que produce son pobres", dijo Fernández en un acto este jueves en la central provincia de Córdoba, la segunda más poblada de Argentina, con un peso electoral del 8,7 por ciento.

En un multitudinario acto, Fernández, quien lleva como compañera de fórmula a la senadora y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), acusó a Macri de haber "multiplicado" la inflación y provocado la "destrucción" del mercado interno y el consumo.

"Cuando tengan que votar el domingo, piensen cómo estaban cuatro años atrás y miren este presente", sugirió el candidato, quien prometió recuperar los ingresos de los trabajadores y los jubilados.

El próximo domingo, un total de 33.841.837 electores deberá acudir a las urnas para votar entre nueve fórmulas presidenciales, las cuales necesitarán obtener al menos el 1,5 por ciento de los votos para quedar habilitadas para competir en los comicios generales del 27 de octubre.

Pero además la elección del domingo será cómo una gran encuesta nacional que arrojará datos certeros de las intenciones de voto de cara a octubre y cómo se posicionan los candidatos para la carrera definitiva a la Presidencia.

Con este trasfondo, la pelea por los números se ha anticipado y oficialismo y oposición han cruzado en los últimos días acusaciones sobre la fiabilidad del escrutinio provisional que deberá hacerse la noche de las primarias, bajo responsabilidad del Ministerio del Interior y que no tiene validez legal pero sí importancia política porque de esos resultados se valen los candidatos para darse por vencedores ese día.

Las sospechas lanzadas por la oposición se centran en los sistemas informáticos de transmisión y recuento de datos provistos por la empresa Smartmatic, pero el Gobierno asegura que la transparencia del proceso está garantizada.

"O hay mala fe o se está abriendo el paraguas. (...) Hay una intención deliberada (de la oposición) de embarrar esto", dijo este jueves el ministro de Educación argentino, Alejandro Finocchiaro, en una rueda de prensa tras una reunión del Gabinete de ministros con Macri en la que, entre otros temas, se abordó el tema electoral.

El escrutinio definitivo, que estará a cargo de la Justicia electoral, es que tendrá validez legal y se iniciará el próximo martes.

El período de reflexión se iniciará este viernes a las 8,00 hora local, momento desde el cual y hasta tres horas después de cerrados los colegios el domingo no se podrán realizar actos públicos de proselitismo.