Los delitos sexuales crecieron un 17% en la región en 2018

M.D.M.
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El fiscal superior de Castilla-La Mancha, José Martínez, considera «especialmente relevante» el incremento de casos donde las víctimas son menores de 16 años

Un menor trata de esconderse de su agresor en su domicilio, en una imagen simulada. - Foto: Ana M. Díez

El fiscal superior de Castilla-La Mancha, José Martínez, alertó ayer sobre el «inquietante ascenso» que los delitos contra la libertad sexual siguen registrando en la región.

Así lo puso de manifiesto en la rueda de prensa en la que dio a conocer los datos estadísticos relativos a la evolución de la criminalidad en Castilla-La Mancha y que tuvo lugar, ayer, en el Palacio de Justicia de Albacete.

Martínez reconoció que estos delitos se encuentran, además, «entre los que mayor preocupación despiertan». E indicó que, en 2018, aumentaron en un 17%, en términos generales en la región.

Un incremento que se suma «al que ya se registró, en proporciones idénticas, en 2017», algo que, a juicio del fiscal superior de la región, hace que «la cifra sea más preocupante todavía».

Es también el dato más elevado de la serie entre 2014 y 2018 que analiza la Fiscalía Superior de la región en su informe.

En total, los fiscales de Castilla-La Mancha abrieron, en 2018, 711 diligencias por casos relacionados con delitos contra la libertad sexual, cuando en 2017 habían sido 607. El dato es todavía «más alarmante» si se compara con los 451 casos del año 2014. Pero, además, Martínez puso de relieve que uno de los delitos contra la libertad sexual que más aumenta en la región es el que tiene como víctimas a menores de 16 años, que se incrementó en un 36%, con 116 casos en 2018, frente a los 85 de un año antes y los 16 de 2014.

En este sentido, se refirió a que la problemática de los delitos sexuales «se ha transformado» y que esas agresiones ya no se dan tanto, en la calle, con desconocidos como agresores, mientras que sí ocurren más «en el hogar». «Quizás es una realidad que ya existía y ahora ha empezado a aflorar», indicó Martínez que consideró que quizás ahora este tipo de delitos se denuncian más, lo que ha propiciado que «encontremos un perfil completamente diferente».

«Ahora las agresiones se producen más en el seno familiar y tienen como víctima a un menor de edad, mientras que el agresor es una persona conocida que forma parte del círculo de convivencia de su víctima», detalló José Martínez al presentar su informe.

Por otro lado, José Martínez se refirió a que también han aumentado los escritos de acusación que los fiscales han tenido que hacer en casos de homicidio y sus formas, con un incremento del 18% en 2018, ejercicio en el que se registraron 91 casos en toda la región, frente a los 73 de 2017. Hasta 49 de esas diligencias tenían que ver con delitos de homicidio y asesinato, mientras que 40 eran por homicidio imprudente y dos por inducción al suicidio o denegación de auxilio.

El informe alude también al «descenso en los delitos contra el patrimonio» que se dan en Castilla-La Mancha.

Descendieron un cinco por ciento sobre 2017, con un total de 11.309 casos el pasado año, frente a los 11.309 de 2018. El descenso es importante si se tienen en cuenta los más de 69.000 delitos por los que se abrieron diligencias por este asunto en el año 2014, una brusca bajada que el fiscal atribuyó al cambio legislativo del año 2015.

Los delitos sobre las relaciones familiares también experimentaron una bajada, en este caso del ocho por ciento en 2018, con 1.224 diligencias abiertas por este asunto. El delito de abandono de familia bajó en un 36%, con 159 casos el año pasado, frente a los 247 de 2017, mientras que el impago de pensiones, con 786 casos en 2018, fue el que generó más diligencias en este apartado el año pasado.