Una heroína contra los malos tratos

Magdalena Tsanis (EFE)
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Elisabeth Moss protagoniza 'El hombre invisible', una película de terror clásico

La actriz Elisabeth Moss, intérprete de personajes icónicos de la nueva era televisiva como Peggy de Mad men o June de El cuento de la criada, se adentra en el terror con una adaptación de El hombre invisible, ya en DVD y Blu ray, que pone el foco en una relación de abusos y obsesión dentro de una pareja.

«Los abusos psicológicos pueden ser tan dañinos como los físicos, son muy manipuladores y lleva mucho tiempo recuperarse y superarlo, por eso hemos querido mostrar ambos aspectos en el personaje de Cecilia», comenta la californiana, que es una fanática del béisbol.

La película, dirigida por Leigh Whannell y producida por el mago del terror de bajo presupuesto Jason Blum, actualiza el clásico de H.G. Wells e introduce este nuevo personaje, Cecilia (Moss), una mujer atrapada en una violenta y abusiva relación con un rico y brillante científico.

La trama arranca en el momento en que ella escapa de la casa en la que viven, pero cuando parece que todo ha quedado definitivamente atrás -todo indica que él muere por extrañas circunstancias, algo que ella no termina de creer-, empieza a sentir el acoso de alguien que nadie puede ver, por lo que a las personas de su entorno les resulta difícil creerla.

La relación con el movimiento #Metoo y los casos de abusos dentro de la industria de Hollywood es evidente. Moss tiene experiencia en este tipo de personajes que pasan del victimismo al empoderamiento, algo que reconoce que no busca exclusivamente.

«Suelen pensar en mí para este tipo de personajes y a mí me gusta», señala la intérprete, que añade:  «Creo que es inspirador especialmente para las generaciones más jóvenes ver a estas mujeres que evolucionan desde un lugar de miedo y daño a ganar fuerza y encontrar el camino para llegar a ser ellas mismas».

Sentimiento de culpa

En el caso de los abusos psicológicos, considera muy importante «encontrar un lugar seguro para hablar» y conseguir contar lo que pasa a personas de tu entorno. «Hablar con tu familia o amigos, ser honesta con lo que te está ocurriendo y lograr admitir que no es culpa tuya lo que está pasando, es muy importante», sostiene.

Feminista declarada, siempre ha  optado por reivindicar la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos. «No sé cual es la situación en España, pero para mí, en América, es importante que tengamos plena autonomía sobre nuestros cuerpos, poder elegir libremente lo que es mejor para nuestras vidas y nuestros cuerpos», dice con rotundidad esta devota de la Cienciología, la religión de la que es embajador el actor Tom Cruise, con el que se le relacionó sentimentalmente hace unos años, algo que desmintieron los dos.

Recientemente, un fan de Instagram le hizo la siguiente pregunta: ¿Cómo puede ser que la protagonista de una serie que denuncia una sociedad opresiva y cerrada a la información del exterior forme parte de una doctrina que, cuanto menos, hace gala de un hermetismo inflexible? «Los juicios que abundan sobre la Cienciología como este son falsos. La libertad religiosa, la tolerancia y entender la verdad e igualdad de derechos para cada raza, religión y credo es algo extremadamente importante para mí. Quizás, lo más importante. Por eso Gilead (el nombre de una ficticia sociedad distópica) y El cuento de la doncella me tocaron a un nivel personal». 

En cuanto al feminismo que, supuestamente, persigue lo que muchos consideran una secta, hacen que Moss pierda la compostura:«Soy una firme defensora de los derechos de las mujeres. La verdad es que no me importa una mierda quien no lo sea».

El activismo que destila El cuento de la doncella se ha propagado rápidamente por los ámbitos de protesta, convirtiendo el uniforme rojo característico de las criadas de la serie en un símbolo de lucha contra las políticas de Donald Trump. La responsable de prender la mecha, gobernadora de la televisión de 2017, siente orgullo ante tales acciones. «Estas mujeres están en la línea de combate, acudiendo a los lugares en los que se deciden las leyes. Están tomando riesgos, ejerciendo su derecho de protesta, y son unas verdaderas heroínas». 

Fan del género de terror, Moss asegura que le encantaría repetir la experiencia. «Pero la próxima vez quiero ser la mala», afirma entre carcajadas la estadounidense, que también forma parte del reparto de lo nuevo de Wes Anderson, The french dispatch, que se estrenará este año. Una comedia disparatada, como todas las de su director, en la que forma parte de la redacción de un periódico norteamericano en París.