Reimaginando la insuficiencia cardíaca

SPC
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La insuficiencia cardíaca (IC) es una afección debilitante y potencialmente mortal en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre al organismo. Esta situación se debe a que el órgano se debilita con el paso del tiempo, tras un episodio de infarto o por otras enfermedades que le pueden afectar. Aproximadamente una de cada cinco personas (20 por ciento) desarrollará esta alteración en algún momento de su vida.

La enfermedad puede progresar y empeorar lentamente con el tiempo. Esta afección persistente se conoce como insuficiencia cardíaca crónica. La insuficiencia se puede presentar en episodios agudos cuando los síntomas empeoran rápidamente, y el paciente suele requerir su hospitalización. Esto es lo que se conoce como insuficiencia cardíaca aguda. 

A quienes les afecta, ven su día a día significativamente alterado, puesto que presentan importantes dificultades en sus actividades cotidianas debido al empeoramiento de los síntomas que pueden derivar en la alteración en el entorno laboral y la interacción social con amigos y familia, además de la reducción de la actividad, depresión y ansiedad. 

atención a los Síntomas.  La dificultad para respirar es uno de los principales síntomas, tanto después de una actividad como en reposo -principalmente por la noche- como resultado de la retención de líquidos en los pulmones, lo que provoca dificultades respiratorias y tos nocturna. También la fatiga está muy presente, especialmente a medida que el corazón falla y se limita el suministro de sangre oxigenada al organismo, lo que provoca una sensación de cansancio o debilidad. A causa de una función renal deteriorada, es habitual la pérdida de apetito provocada por la retención de líquidos, debido a que los riñones no reciben suficiente sangre y su funcionamiento se deteriora.

La insuficiencia cardíaca se diagnostica a través de la clínica del paciente y diferentes pruebas diagnósticas.