Ni otoño, ni un superdomingo en el que coincidan los comicios generales con los europeos, los autonómicos y los municipales. Fuentes del Palacio de la Moncloa filtraron ayer que el Gobierno de Pedro Sánchez baraja adelantar las elecciones al 14 de abril, una fecha que coincide con el Domingo de Ramos y el aniversario de la proclamación de la II República en 1931. Otra posibilidad, aunque con menos partidarios, sería después de la Semana Santa, ya el 28 de abril. No obstante, el resultado del debate y votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado que comienza hoy en el Congreso de los Diputados marcarán el calendario del Ejecutivo.
La ruptura de las negociaciones con los independentistas a cuenta de la petición de incluir el referéndum de autodeterminación en las negociaciones, la exigencia de «elecciones ya» por parte de los partidos de la derecha el pasado domingo en Madrid, y el más que probable rechazo al proyecto del Gobierno en la Cámara Baja han aumentado la presión sobre el líder socialista para que se adelante esa convocatoria, y ha dado inicio al baile de fechas para que se materialice.
Así, la agencia EFE publicaba, citando fuentes del Ejecutivo, la posibilidad de que fuera el domingo 14 de abril. Una opción que satisfaría tanto a la oposición, que reclama poder ir a las urnas «cuanto antes», como a los propios barones y alcaldes del PSOE que rechazan la opción del superdomingo el 26 de mayo, ya que quieren separar el debate de la política nacional de los asuntos más locales.
Sin embargo, al poco de conocerse la noticia, desde Moncloa se matizaba que la fecha publicada por la agencia estatal les parecía «precipitada», toda vez que insistieron en que será el resultado de la votación de las enmiendas a los Presupuestos de esta semana el que determine los plazos.
Precisamente, la posible aprobación de los Presupuestos en el Parlamento podría estar detrás de la especulación sobre esta fecha, con la idea de que los independentistas de ERC y del PDeCAT se vean forzados a elegir si prefieren dar su respaldo al proyecto del Ejecutivo central o votar junto a PP, Ciudadanos y Vox, los partidos que se reunieron en la Plaza de Colón de Madrid exigiendo la celebración inmediata de los comicios.
En este sentido, el PP cree que la hipótesis de un adelanto electoral para abril es un mero «ultimátum a la desesperada» del presidente del Gobierno para que los independentistas apoyen las Cuentas, porque la votación que se llevará a cabo en el Congreso demostrará la debilidad de un Ejecutivo sostenido solo por 84 diputados.