Comenzó a sembrarse hace aproximadamente una década, se ha extendido de forma exponencial en los últimos años y ya ocupa numerosas hectáreas de cultivo en la provincia. Es el pistacho, el nuevo cultivo que «se adapta muy bien a terrenos de secano y aguanta la sequía». Eso, y que los buenos rendimientos han hecho que muchos agricultores arranquen sus viñas y apuesten por este cultivo. De hecho, el número de productores conquenses que se pasan al pistacho es tal que recientemente se ha constituido una nueva asociación, Apistacuenca, que ya reúne a 26 agricultores. Además, la cooperativa presidida por el tresjunqueño Jesús Vara pone en marcha una Sociedad Agraria de Transformación (SAT) para procesar el pistacho. 

José Luis Torremocha, uno de los miembros de Apistacuenca, afirma que el boom del pistacho se produjo hace tres años, pero en los dos últimos hay fondos de inversión que «están comprando parcelas y apostando por plantar pistacho». 

Nueva sede. El agricultor de Villamayor de Santiago y socio de Asaja Cuenca explica que la SAT se encargaría de tratar el fruto que se recoge en apenas 24 horas, secarlo y pelarlo, puesto que «si no se estropea. Hemos decidido depender de nosotros mismos y dar un paso más, para que en el futuro podemos tostar y vender», dice, y añade que ya se están buscando terrenos para construir una nave que acoja la sede de esta nueva cooperativa. 

Asimismo, avanza Torremocha que también se han puesto en marcha negociaciones con la cooperativa de segundo grado Domopistacho, de Castilla-La Mancha, para que el sector pistachero de la región tenga más fuerza en el mercado. 

Desde el momento en el que se siembra el alfóncigo o pistachero, habrá que esperar unos seis años para que empiece a dar sus primeros frutos. «Es cierto que hay gente que tiene sus plantaciones hace más de una década y lo que nos dicen es que en un año como este, con las nieves, han tenido unas muy buenas producciones», apunta el agricultor. 

Lo cierto es que el pistacho cultivado en la provincia no tiene nada que envidiar al que se cosecha en países productores como Irán o en regiones como California (Estados Unidos). «Eso dicen los que, sobre todo, tienen pistacho en ecológico. Tiene otro sabor distinto al que estamos acostumbrados a comer aquí», comenta Torremocha.