Pablo Cortijo difunde la Semana Santa conquense en Zamora

Leo Cortijo
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La Pasión de Cuenca se verá representada en el VII Congreso Nacional de Hermandades y Cofradías que se celebra este fin de semana en la ciudad castellano y leonesa de la mano de este doctorando en Historia, Cultura y Pensamiento

Pablo Cortijo difunde la Semana Santa conquense en Zamora

La Semana Santa de Cuenca desembarca en Zamora. La Pasión conquense se verá representada en el VII Congreso Nacional de Hermandades y Cofradías que se celebra este fin de semana en la ciudad castellano y leonesa. Y lo hará de la mano del doctorando en Historia, Cultura y Pensamiento por la Universidad de Alcalá de Henares, Pablo Cortijo, que además es conquense y nazareno. Así, Cuenca contará con un stand propio, al igual que el resto de semanas de Pasión declaradas de Interés Turístico Internacional. A través de conferencias, exposiciones, conciertos y demás actos, este congreso analiza la realidad de la Semana Santa desde las perspectivas de la historia, el arte, la antropología o la teología, de la mano de destacados expertos.

Cortijo llevará a cabo dos ponencias. La primera, este sábado, en el Teatro Ramos Carrión, sobre el escultor Luis Marco Pérez. «Hablaré de su producción cristífera de posguerra», y es que «al término de la Guerra Civil había desaparecido todo y gracias a su labor, entre otros, en nuestra ciudad podemos presumir de un museo procesional comparable con grandes semanas santas como Sevilla o Valladolid», comenta.

La segunda de sus conferencias –este viernes– será en representación de la Junta de Cofradías de Cuenca, para promocionar la Pasión conquense desde todos los ámbitos posibiles: «Con nuestro cartel y cartelista, nuestro pregonero, nuestras procesiones, nuestro Museo, nuestros escultores... es decir, presumir, en el buen sentido de la palabra de nuestra Semana Santa», explica. Eso sí, con la «intranquilidad de estar representando a mi ciudad y todos los nazarenos, y es que son muchos los sentimientos que transmitir».

La realidad es que Cuenca tiene mucho de lo que presumir e infinidad de valores que ensalzar. «En la ciudad tenemos un enorme patrimonio natural, artístico, procesional e inmaterial», apunta el experto. «Quizás seamos una de las semanas santas más jóvenes en cuanto a tallas, por los destrozos de 1936, pero eso no supone un hándicap; al contrario, y ya no solo por la riqueza de las obras y el renombre de sus escultores, sino también por el orden cronológico que seguimos a partir del Miércoles Santo, o nuestro milenario Casco Antiguo que sirve de escanario perfecto para desarrollar la Pasión», concluye en este sentido.

Cuenca tiene que expandir sus fronteras, y así lo corrobora Pablo Cortijo: «No podemos quedarnos estancados y encerrarnos entre La Tórdiga y Cabrejas; no nos tiene que dar miedo conocer cosas nuevas». Pero, atención, también apunta que «esto no significa que tengamos que renunciar a nuestro carácter», es decir, «la austeridad a la hora de procesionar o la forma que tenemos de hacerlo». Todo esto se consigue expandiéndose por eventos como éste. «Hay que hacerse ver en todos los congresos y encuentros que se pueda y para eso, también, lo importante es enviar gente preparada», dice.

En su tesis doctoral, Pablo Cortijo investiga la persecución religiosa en Cuenca durante la Guerra Civil, centrándose en la destrucción de la imaginería procesional, es decir, en la Semana Santa. Por tanto, su trabajo profundiza en esa destrucción de los pasos procesionales y la posterior recuperación en la posguerra.