Un 'Judas' con mucha historia

Leo Cortijo
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El Prendimiento cuenta entre su patrimonio con una antigua figura que es un «auténtico tesoro» donado por la familia de Juan José Martínez

Un ‘Judas’ con mucha historia - Foto: Joaquín Ruiz Arteaga

La hermandad de El Beso de Judas está de enhorabuena, y es que guarda un «auténtico tesoro» entre su patrimonio. Con motivo de las investigaciones emprendidas por El Prendimiento para la conmemoración del 75º aniversario de la llegada de su Imagen a la ciudad, contactaron con Ana Martínez, nieta de Juan José Martínez, hermano insigne de la cofradía en los años anteriores y posteriores de la Guerra Civil. No en vano, él fue uno de los impulsores de la reconstrucción de la misma en los difíciles años 40.

En esas conversaciones con Ana Martínez salió a relucir la figura de un cetro antiguo de Judas. La nieta de Juan José no lo dudó ni un instante y donó esta pieza a la hermandad, que la guarda con «enorme cariño». El antiquísimo Judas se pudo contemplar el Miércoles Santo del año pasado en las calles de la ciudad, y es que procesionó en uno de los cetros, en concreto en el que portó Ana, y todo después de que ésta y sus hijos comunicaran a la cofradía su intención de seguir los pasos de su abuelo incorporándose a las filas de El Beso. La hermandad valoró lo acontecido, y la junta directiva decidió arropar a esta familia en memoria de Juan José Martínez, «que tanto aportó a nuestra querida hermandad», comenta su secretario, Pablo López.

«Son éstos los actos que le dan sentido a la palabra hermandad, la hacen latente y refuerzan los actos de fe que como nazarenos manifestamos cada Miércoles Santo rindiéndole culto a nuestra Imagen», sentencia López. Asimismo, hay que entender la importancia de que en 2018 procesionara la figura, pues ésta no volverá a desfilar en procesión e irá al Museo de Semana Santa.

Juan José Martínez, además de en la recuperación de la Semana Santa y de esta cofradía, también participó en la reconstrucción de la Catedral y del Convento de las Petras tras la Guerra Civil. A tanto llegó su fe hacia El Beso que, en 1944, siendo hermano mayor, realizó una hornacina de mármol para la talla en la parroquia de San Francisco asumiendo todos los costes. 

Dentro de la junta de la hermandad, Juan José Martínez ocupó puestos como el de contador o tesorero, «mostrando continuamente sus desvelos por los hermanos más necesitados, siendo el bien material algo prioritario en sus gestiones en aquellos años tan difíciles», comenta Pablo López. Asimismo, y durante muchos años, sustituyó a Alfonso Cabañas en la procesión de El Silencio como representante de la cofradía, ya que Cabañas debía desfilar con la banda. Para el actual secretario, esto es una «muestra de la confianza que la hermandad depositaba en él».