Un año más, Cuenca está llamada a la celebración de las tradicionales fiestas de San Mateo, que llenarán el Casco Antiguo de la ciudad de alegría y diversión, entusiasmo y devoción, música y gastronomía, baile y pastoreo. Y como manda la tradición, serán propios y extraños los que subirán hasta la Plaza Mayor y alrededores con la intención tan loable como necesaria de seguir con la costumbre y cumplir con las necesidades catárticas que toda pertenencia a la comunidad conlleva.

Es bien conocido por todos lo que acarrea un momento tan multitudinario y tan festivo, "pero no por ello vamos a cesar en el empeño de denunciar aquellas conductas incívicas que lo único que hacen es atarnos a la caverna, deteriorar el patrimonio común y la misma convivencia". Así se expresan en un comunicado de prensa desde la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo. Y es que desde el colectivo hacen hincapié en la llamada al disfrute desde el respeto, en solicitar de los conciudadanos una mayor contención en sus conductas y en aprovechar los recursos que el Ayuntamiento dispone para la salubridad.

"Estamos en un momento global donde todo el planeta clama por el uso racional de los recursos; un momento para demostrar conciencia ante los graves problemas medioambientales que acarrea el excesivo uso de plásticos; la generación desmesurada de todo tipo de basura, no es momento para mirar hacia otro lado; y menos aquellos que tienen la obligación de velar por que todo esté dentro de un orden sostenible y considerado hacia todos", resaltan.

Desde la Asociación destacan que "es momento para que empecemos a gastar algo más en sensatez, en comida y zurra la justa, en alegría y respeto con abundancia". Y así, la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo está por unas fiestas de San Mateo limpias y respetuosas con el Patrimonio y con la Humanidad.