En 2020 no pudieron reunirse en asamblea, pero esta mañana volvieron a encontrarse después del año y medio más duro para las residencias. La asamblea de la asociación Acescam, que representa cien centros de Castilla-La Mancha, se transformó en un aplauso para este sector e incluso se volvieron a escuchar en el acto las sirenas de fondo que tanto recuerdan los peores días de la primavera de 2020. Ahora en las residencias la situación con la vacuna y el desarrollo de los protocolos está más normalizada, aunque hasta hace no mucho seguía habiendo restricciones para que los usuarios pudieran salir. 

«En las noticias se oía  a estos estudiantes que están confinados en Mallorca, que están reivindicando que no pueden estar encerrados en las habitaciones y llevan dos días», comenta María Ángeles Sánchez Trillo, secretaria general de Acescam. «Solo quiero plantear qué ha tenido que suponer para  personas mayores con limitaciones y en algunos casos con deterioro cognitivo permanecer quince meses sin salir de su entorno», expone. 

En su discurso el presidente de Acescam, José Manuel Llario, también se acordó de los jóvenes que dicen estar encerrados en un hotel. «Uno no deja de pensar en lo que han tenido que vivir nuestros ancianos», señaló. Llario expuso que  en esta pandemia han recibido «palmaditas en la espalda, pero también desprecio y abandono». Reivindica que ellos han estado siempre con los mayores y han luchado por ellos: «Nadie como nosotros puede ser testigo de nuestra entrega, porque nadie se atrevía a pasar a ver lo que estábamos haciendo».