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Un hombre porta a pulso, por un tradicional sistema de correajes, al estilo de las procesiones del levantinas o catalanas, el Santísimo Cristo del Convento de los Padres Franciscanos durante el rezo del Vía Crucis por las calles. Es la procesión del Martes Santo en Tarancón, un caminar de fe que este año abría desde la iglesia de la Asunción la Hermandad Mayor, San Juan, con la cruz de guía y los ciriales, para continuar con el estandarte de la Junta Mayor de Hermandades y las banderas de las ocho cofradías de Semana Santa en la localidad, la Exaltación, María Magdalena, San Juan, Medinaceli, Los Armaos, Jesús Nazareno, Santo Entierro y la Soledad, y Resurrección. Numeroso público se dio cita en torno a este Santo Crucifijo taranconero, portado por una sola persona, pero eso en diferentes relevos a lo largo del recorrido, que discurrió por las calles Chueca, Conde Retamoso, Marcos Aniano, San Juan, Marqués de Remisa y Antonio Machado. La última estación se leyó en el interior del Convento, donde durante todo el año se expone al culto la talla de este Martes Santo taranconero tan peculiar, ya que en el resto de procesiones de este municipio conquense las imágenes se portan a banzo.