Moncloa quiere un Segura "autosuficiente"

C.S.Rubio
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El Gobierno central insiste en que hay que trabajar con un escenario en el que los recursos hídricos se van ha reducir entre un 20 y un 30 por ciento y con la obligación de marcar unos caudales ecológicos mínimos en el Tajo, tal y como exigen las se

Moncloa quiere un Segura "autosuficiente" - Foto: arturo pérez

El Gobierno central sigue evitando hablar a las claras del fin del trasvase Tajo-Segura, si bien la última respuesta de Moncloa al PP sobre el futuro de esta infraestructura avanza en este sentido, al informar a la oposición de que el Ejecutivo va a actuar para que «cada cuenca camine hacia la autosuficiencia».

En concreto, en una respuesta parlamentaria al PP publicada ayer en el Boletín del Congreso, el Gobierno Central ya apunta «la necesidad de que cada cuenca hidrográfica diseñe su capacidad de utilización del agua con los recursos propios disponibles».

Y es que, como se advierte en esta replica, «el cambio climático nos conduce a una situación en la que muchas cuencas hidrográficas tendrán una demanda superior a sus recursos propios para atenderla». Palabras que hacen clara referencia a la situación actual de la cuenca del Tajo, especialmente en su cabecera y su tramo medio.

El Ejecutivo justifica esta llamamiento a la «autosuficiencia» en dos hechos: el actual «escenario de reducción de la disponibilidad hídrica de entre el 20% y el 30%» y la obligación de cumplir con las últimas sentencias del Tribunal Supremo, que obligan a establecer «caudales ecológicos en el río Tajo que aseguren el correcto funcionamiento de los ecosistemas acuáticos».

cambio en las reglas de explotación. Además, en esta respuesta del Gobierno al PP, también se deja entrever la posibilidad de un cambio en las reglas de explotación del Tajo-Segura, tal y como se viene demandado desde Castilla-La Mancha desde hace más de una década. Según se dice, la intención del Gobierno es la definir un nuevo marco global en materia de agua, que revise los actuales Planes Hidrológicos y que  «replantee la normativa que regula la gestión de unos recursos hídricos, cuya disponibilidad se encuentra fuertemente afectada por el cambio climático».

En cuanto al cómo avanzar hacia esta «autosuficiencia» de agua, el equipo de Pedro Sánchez insisten en las dos recetas que viene defendiendo desde su llegada a la Moncloa: el aprovechamiento de recursos que «hasta ahora considerados como no convencionales, como son la desalación y la reutilización, buscando la mejor forma para que puedan convivir».

Con todo, y hasta nueva orden, el Tajo-Segura sigue con el grifo abierto al Levante. Es más, la mejoría de la cabecera del río tras las lluvias de los últimos meses hacen prever que este jueves se dé luz verde a una nueva derivación de agua hacia el Segura al máximo de lo permitido. O lo que es lo mismo, un trasvase en marzo de 20 hectómetros cúbicos para consumo humano y regadío.

Cabe recordar que en esta reunión de la Comisión de Explotación del Tajo-Segura volverán a participar como invitados (con voz pero sin voto) representantes de la  Mancomunidad de Aguas de Municipios Colindantes de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, tras su ausencia en enero.

En este sentido, los ribereños del Tajo no son para nada optimistas. Como ya avanzaron la pasada semana, temen que «se volverá a aplicar el mismo criterio de siempre, trasvase máximo, eludiendo el sentido de estas comisiones: justificar si realmente hiciera falta y conviniese un trasvase, siempre el mínimo justificable, no su aprobación por decreto».