La desaceleración se intuía desde el segundo trimestre

L.G.E.
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El termómetro económico que elabora la UCLM con la Fundación de Eurocaja Rural apunta a un estancamiento de las exportaciones y un enfriamiento en el consumo

La desaceleración se intuía desde el segundo trimestre - Foto: Yolanda Lancha

No es que haya que temer una desaceleración por un Brexit duro, por los aranceles de Trump o por la repetición de elecciones. Es que ya en el segundo trimestre de este año se detectó una «cierta desaceleración» de la economía, como ha ratificado esta mañana la vicerrectora de Internacionalización y Formación Permanente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Fátima Guadamillas. Lo hizo al presentar el informe del Termómetro Económico de Castilla-La Mancha, una iniciativa de la Fundación Eurocaja Rural.

Se ve en el crecimiento económico, que fue del 2,2% en la comparativa interanual de los meses de abril a junio. Indica una caída de seis décimas respecto al primer trimestre del año, cuando se marcó una diferencia interanual de 2,8%. También se nota esta desaceleración haciendo la comparativa de un trimestre a otro. De enero a marzo el PIB creció un 0,7%, pero en el trimestre siguiente lo hizo solo al 0,2%.

«Se podía intuir lo que está sucediendo ahora», dejó caer el gerente de la Fundación Eurocaja Rural, Vicente Muñoz, que se quedó con la parte positiva de que en turismo se ha crecido en visitantes y pernoctaciones, que la confianza empresarial está por encima de la que se tenía en 2018 y que «hemos creado más empresas, hemos comprado más coches y hemos construido y rehabilitado más viviendas».

El profesor responsable del informe, Mario Donate, no ocultó que hay una desaceleración, aunque la ve «suave» y la enmarca en un contexto europeo con una economía que también se ralentiza. Pero no ve que haya una recesión en el horizonte. A diferencia de la crisis de 2008, recuerda que «el caldo de cultivo era muy distinto», pues había mucha exposición al ladrillo y un panorama financiero más problemático.

Donate reconoció que lo  que más le preocupa es el dato de exportaciones, pues acumulaban una evolución muy positiva, pero en el segundo trimestre su crecimiento «se estanca» con una caída del 4,9% respecto al mismo período del año pasado. Teme que esto pueda frenar la economía. Y en cuanto al consumo interno, también detecta cierto «enfriamiento» en los datos de ventas de comercio minorista.