CaixaBank ofreció ayer los primeros resultados de este ejercicio. El banco avanzó que obtuvo un beneficio de 273 millones de euros durante el primer trimestre, un 27,2% menos respecto al mismo período del año anterior, que incluía «impactos singulares» asociados a la integración de Barclays Bank SAU y destacó, además, que repartirá un dividendo en efectivo de más del 50%.
El resultado, antes de impuestos, alcanzó los 376 millones, lo que significó un crecimiento del 78,7%, y el superávit atribuido al negocio bancario y de seguros, excluyendo la actividad inmobiliaria y las participadas, ascendió hasta los 544 millones.
La morosidad, por su parte, se redujo al 7,6%, y también bajaron los saldos dudosos hasta los 5.170 millones en los últimos 12 meses.
Los préstamos sobre clientes brutos cerraron en 206.158 millones y la cartera sana mejoró un 0,2% continuando la tendencia positiva de los últimos trimestres. Así, el hipotecario subió hasta un 45% y el de consumo un 44%.
Los recursos de clientes se anotaron los 295.716 millones, aunque aislando el impacto de la valoración de mercado, los recursos mejoraron un 0,2%.
El margen de intereses alcanzó los 1.020 millones (-10,4%) por la evolución a la baja de los tipos de interés, la eliminación de las cláusulas suelo de los préstamos hipotecarios y la disminución de los ingresos de renta fija.
Las comisiones se posicionaron en los 465 millones (-9,4%), impactadas por la volatilidad de los mercados, con especial incidencia en fondos de inversión y planes de pensiones, así como por los mayores ingresos por operaciones de banca de inversión en el primer trimestre de 2015.
El margen bruto se fijó en 1.922 millones (-1,6%) y el de explotación en 919 millones (+35,4%).
Los ingresos de renta variable llegaron a los 137 millones y la evolución de los balances de entidades valoradas por el método de la participación estuvo marcada «por las condiciones de mercado».
La liquidez registró los 49.555 millones impactada por la evolución del gap comercial, los vencimientos no renovados de emisiones institucionales y el vencimiento y gestión de colaterales de póliza.
BuildingCenter, su filial inmobiliaria, comercializó 1.960 millones de euros en ventas y alquileres durante los últimos 12 meses.
SALIDA A BOLSA. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, manifestó ayer que «sería una buena noticia que BFA cotizara en Bolsa», en referencia al banco angoleño participado por el portugués BPI, que debe reducir su elevada concentración de riesgos en el país africano.
Cortázar sostuvo que BFA «es un banco magnífico, con una elevada rentabilidad, muy bien gestionado y con un balance muy saneado» cuya salida a al parqué ya se barajó en el pasado.
«Pensamos que la solución puede ir por esa vía», indicó, para que cada accionista pueda equilibrar su participación, si bien emplazó al diálogo con Unitel (empresa de telecomunicaciones en la que participa la familia Dos Santos, y que posee el 49,5% del capital de BFA, frente al 50,5% que tiene BPI) para tomar una decisión.
El consejero delegado explicó que la negociación con la familia angoleña se centra ahora en este aspecto, después de no haber podido cerrar un acuerdo respecto a su participación en BPI donde concentra el 18,6% a través de la empresa Santoro, y que llevó a CaixaBank a presentar una OPA por el 100% de sus acciones.
Respecto a una posible ampliación de capital para recuperar niveles de solvencia superiores al 11% en CaixaBank tras la OPA sobre BPI, y que se prevé cerrar el tercer trimestre, Cortázar respondió que no hay una decisión tomad