Se suele decir que la esperanza es lo último que se pierde y con esa premisa entre ceja y ceja, los trabajadores de Siemens Gamesa protagonizaron este miércoles una concentración a las puertas de la planta en Cuenca. Rechazan de principio a fin el Expediente de Regulación de Empleo que la multinacional de energías renovables ha planteado, lo que dejaría sin empleo a 51 personas. Esta reivindicación laboral tuvo lugar al mismo tiempo que se celebraba en Madrid la segunda reunión de la mesa negociadora del ERE, así como una serie de movilizaciones simultáneas en el resto de centros de trabajo de la compañía en España.
El secretario del comité de empresa, Carlos Muñoz, mostró en declaraciones a los medios el «rechazo frontal» a este cierre por parte de toda la plantilla. Una decisión empresarial que resulta «sorprendente» cuando Siemens Gamesa anuncia unos beneficios cercanos a los 120 millones de euros y mientras proyecta inversiones multimillonarias en otros países.
Muñoz destacó el hecho de que tras el cierre de esta industria, Cuenca capital se queda sin ninguna fábrica como tal, algo sintomático en clave nacional. Por esa razón apeló a la «unión» de toda la sociedad conquense para evitar un varapalo así. Al mismo tiempo, aprovechó para pedir que esta situación no se politice y que las diferentes administraciones trabajen para atraer empresas y generar empleo.
El secretario del comité, en representación de la plantilla, explicó que no tirarán la toalla en ningún momento y defenderán su puesto de trabajo hasta el final. En este sentido, están dispuestos a seguir en la lucha hasta que la empresa cambie de opinión. Para ello, ya preparan la próxima manifestación, que tendrá lugar el próximo 5 de febrero.
El responsable provincial de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Pedro Lucas, reiteró por su parte la oposición absoluta al ERE, afianzándose en la necesidad «irrenunciable» de mantener todos los puestos de trabajado y la actividad en la planta conquense. Asimismo, recordó que a esta empresa se le cedieron los terrenos en su momento y que ahora, 16 años después, «decide marcharse». Por ello, cree que es necesario que las instituciones, cuando apoyan una iniciativa empresarial, cierren bien las condiciones para garantizar su viabilidad y evitar situaciones como ésta.
Lucas defendió que es «primordial» mantener la planta, así como «dar un impulso» al sector industrial de la provincia, porque los trabajadores «se quedan sin opciones». De consumarse el cierre de Siemens Gamesa, sentenció, «el futuro del sector en Cuenca será bastante negro».
Apoyo político. El equipo de Gobierno municipal ha presentado una moción al Pleno del Ayuntamiento rechazando el cierre de la planta de Siemens Gamesa y solicitando a la empresa que dé marcha atrás en su decisión y mantenga los 51 puestos de trabajo. La portavoz del Grupo Socialista, Saray Portillo, explica que el objeto de la moción es defender la continuidad de una compañía que, según el comité de empresa, «es solvente» y cuyo cierre sólo se justifica porque la multinacional quiere trasladar su actividad a Portugal para beneficiarse de una mano de obra más barata.
Por su parte, el Grupo Popular, que se reunió con varios representantes de los trabajadores para mostrarles su apoyo, ha presentado un ruego y una pregunta a dicho Pleno.