Dice que si hay algo que ha marcado su formación ha sido su etapa de jugador de waterpolo, por ser un deporte minoritario, de equipo y exigir unos entrenamientos que le obligaban a nadar 10 kilómetros al día. Julián Garde, hasta hoy vicerrector de la UCLM y futuro candidato a rector, cuenta que esos entrenamientos dejaron su poso en su forma física. Ypor eso pudo cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar en 2013.

Contó que se tiró en Tarifa y que quería llegar a la Punta Cires. Iba con gente entendida que recomendaron tirarse cuando el Atlántico está entrando en el Mediterráneo, pero no muy fuerte de forma que al llegar a la mitad del trayecto coincida con el cambio de corriente y eso ayuda a llegar. Garde no tuvo esa suerte. «Nos dijeron, os vais a tirar con África a la izquierda y cuando veáis África a la derecha estáis salvados», recuerda. Pero en su caso cuando llegaron a ‘tierra’, cinco horas después, África seguía a la izquierda. Por las corrientes acabaron en la isla Perejil.

Además recuerda perfectamente que aunque se pide permiso a Capitanía Marítima para que los barcos estén avisados y se aparten «eso es un sueño, ningún barco se desvía un milímetro para que a ti no te pase nada». No es la única travesía larga que ha hecho a nado. También tiene en su haber ir de Mallorca a Cabrera o la bahía de San Francisco. Lo hace para recaudar dinero para los niños que no tienen recursos para hacer deportes con la ONG ‘Una brazada, un céntimo’, de la que es socio fundador.