La prevención y la alerta no se van de vacaciones

Redacción
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Las altas temperaturas, el viento, la basura en el campo y las hogueras veraniegas obligan a mantener la alarma sobre los posibles incendios que se puedan producir en la región. La prudencia, la responsabilidad y la colaboración son esenciales

La prevención y a la alerta no se van de vacaciones

El verano ha finalizado, pero el calor permite alargar las vacaciones y obliga a mantener viva la alerta por riesgo alto de incendio en Castilla-La Mancha. Es más, a lo largo de estas semanas las temperaturas máximas se mantendrán similares a las registradas durante los últimos días, de forma que en toda la región se mantendrán entre 33 y 37 grados. Sumado a que se espera una humedad en el ambiente muy baja, el riesgo de incendio forestal es alto en varios puntos de la región, especialmente en la mitad sur y ciertas localizaciones del norte de Castilla-La Mancha.

De hecho, a partir del jueves, el viento soplará con más fuerza en varios puntos de las provincias del centro con velocidad media de hasta 40 kilómetros por hora, incluso con posibles episodios tormentosos muy puntuales en el sureste. Unos factores que suponen un riesgo añadido de cara a la propagación de incendios en el medio natural.

Es más, aunque martes y miércoles, el Índice de Propagación de Incendios Forestales ha sido moderado y alto en prácticamente toda la región, debido a las altas temperaturas y las rachas de viento se espera para jueves y viernes un incremento del riesgo de incendio forestal, pudiendo situarse en alto o muy alto en el sur de la región. Aunque de cara al fin de semana, las condiciones pueden mejorar de forma leve.

Hay que recordar que, a pesar de las precipitaciones caídas en las últimas semanas en gran parte de Castilla-La Mancha, los episodios de temperaturas altas de los últimos días en gran parte de la región unido a unas condiciones de baja humedad durante todo el día la vegetación del entorno natural todavía puede arder con cierta facilidad.

Aunque nos encontremos en las últimas semanas del verano, el mes de agosto continúa siendo un periodo alto riesgo de incendio forestal por lo que se deben extremar las precauciones en el medio natural ya que nueve de cada 10 incendios forestales en la comunidad son evitables al producirse por actividades de riesgo, malas prácticas, descuidos o accidentes.

Por todo ello, a pesar de que las temperaturas hayan descendido ligeramente con respecto a los últimos días del mes de julio y primeros de agosto e incluso se hayan registrado precipitaciones generalizadas en toda la región en las últimas semanas, no hay que olvidar que el riesgo que puedan suponer un riesgo de incendio forestal como cocinar en el monte o en el campo, fumar en el entorno natural o conducir por lugares no habilitados.

Estas actividades pueden resultar muy peligrosas durante el verano debido al alto riesgo de incendio que existe durante el mes de agosto y una sola chispa provocada por un motor de un coche, una colilla mal apagada o una pavesa de una barbacoa en un pueblo puede causar un desastre natural que queme miles de hectáreas de bosque.