Pollo al Carnaval

RIÁNSARES L.C.
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Los hermanos Juan Carlos y Víctor Yunta llevan su afición por disfrazarse tras el mostrador de su pollería de Tarancón, donde su humor contagia vitalidad en tiempos de pandemia.

Interior de la pollería Yunta de Tarancón, el lunes por la mañana. - Foto: RIÁNSARES L.C.

Entrar a la pollería de Tarancón en Carnaval es mucho más que acudir a comprar, el carácter desenfadado de sus propietarios es todo un aliciente, máxime en tiempos de pandemia. Los hermanos Juan Carlos y Víctor Yunta se disfrazan tras el mostrador cada año de aquello que encuentran en el baúl, no falta la música con canciones típicas y esta edición, a las puertas de cumplir 40 años el negocio, también han colocado una pequeña exposición de fotos de los trajes que han lucido en los últimos años. 

«La afición por el Carnaval nos la dejó de herencia mi madre, a los clientes les encanta, además si no nos lo ponemos lo echan de menos, ya el sábado nos preguntaron», explica Juan Carlos mientras disfrazado de faraón recoge el pedido de dulces recién hechos que también venden en su pollería. 

Junto a él, ataviado de bebé, despachando contramuslos en filetes, Víctor recuerda que «en tantos años nos hemos disfrazado de todo, mi plato estrella es el señor Barragán». No es sólo ponerse un traje, no faltan las melodías típicas de Carnaval o incluso la espontánea interpretación del personaje. 

cuarentena. Hace aproximadamente un mes se vieron obligados a cerrar por el coronavirus, pero una vez pasada la cuarentena han vuelto con energías renovadas. Aunque reconocen que este año está costando un poco más sacar una sonrisa a la gente, y en ellos mismos. «En el ambiente se nota, la situación cansa, hemos tenido bajas claro en los últimos meses, y las que echaremos en falta cuando pase todo», comenta Víctor, que recuerda como han adaptado sus servicios en los últimos meses para llegar a vecinos que no podían salir de casa por la Covid-19. «Hay que hacer de tripas corazón», coinciden estos hermanos fuenteños, que desde el Carnaval de 2020 no habían vuelto a poner música ni a disfrazarse, pero ya esperan, como dicen, no perder más «las buenas costumbres». 

Y es que, en condiciones normales, en Pollería Yunta no faltan los villancicos y disfraces en Navidad, también se escuchan músicas procesionales en Semana Santa, y celebran además la Feria de Abril, y San Isidro, vestidos de chulapos. Un Carnaval en muchas épocas del año que en tiempos de pandemia aún se agradece más. «Si es que da gusto venir a comprar y verles así, son únicos», señala una clienta fiel, de esas que apoyan al comercio local. «Ya en Tarancón hay mucho vacío, mucho cerrado, necesitamos que la gente se vuelque con las tiendas de barrio», reivindica Víctor Yunta, que recuerda como se han ido adaptando a la demanda del mercado en las últimas cuatro décadas, ampliando su oferta a partir de su producto estrella, el pollo. Y como ha cambiado el perfil de los clientes, al principio impensable que fueran hombres, ahora casi tantos como mujeres.

El salero de los polleros de Tarancón invita a animarse en un día a día en el que a todos cuesta sobrellevar una crisis sanitaria de casi un año sin normalidad en España.