En un horizonte cada vez más cercano asoman como el gran desafío de la política local las elecciones municipales del próximo 26 de mayo. Hasta el momento, las principales fuerzas políticas –al menos de cara a la opinión pública– han permanecido en un paradójico inmovilismo que a muchos ha extrañado debido a lo inminente de los comicios. En este escenario, el Partido Popular ha movido ficha, y es que según ha podido saber La Tribuna, los populares han definido, a día de hoy, una estrategia con el objetivo de afrontar con las máximas garantías posibles la crucial cita electoral. Como si de un estratega que mueve sus piezas sobre el tablero se tratara, la maniobra del PP pasa en este momento porque el actual alcalde, Ángel Mariscal, no se presente a la reelección. Ahora bien, no termina aquí el asunto, pues a la palestra sale un segundo nombre propio: Benjamín Prieto. El máximo responsable del partido en la provincia y presidente de la Diputación es la apuesta del PP para optar al bastón de mando de la ciudad. Esa es la idea que maneja la cúpula regional del Partido Popular y su intención es llevarla hasta las últimas consecuencias, pero ahora la pelota se encuentra en el tejado de Prieto, que tiene que tomar una decisión y contestar sí o no a la proposición que le han hecho. Además, el paso del tiempo juega un papel fundamental, pues tiene una fecha límite para pronunciarse, y es que está previsto que justo dentro de una semana, el próximo día 21, se lleve a cabo una reunión a nivel regional del PP en Albacete. Este encuentro contará con la presencia de los principales barones en la región e, incluso, con la del presidente del partido a nivel nacional, Pablo Casado. El objetivo de la reunión es elegir de manera definitiva la lista de candidatos para los principales ayuntamientos de Castilla-La Mancha.

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