Catorce comunidades, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, continúan con las restricciones acordadas para Semana Santa -cuyo plazo de ejecución terminó el pasado viernes-, lo que, en la práctica, mantiene España blindada en cuanto a los límites autonómicos. De hecho, solo la Comunidad de Madrid y algunas islas de Canarias han levantado el cierre perimetral. Y es que la temida cuarta ola parece ya una realidad en todo el territorio nacional, con las regiones comunicando un aumento de los contagios lento, pero continuado. Una tendencia al alza que, según alertaron los expertos, se esperaba tras la Semana Santa y se podría agravar en los próximos días cuando se notarán los efectos reales de los días más señalados, del Jueves Santo al Domingo de Resurrección. A la espera de la actualización del balance nacional, que no se publica en fin de semana, Sanidad confirma que España ha sumado 56.118 nuevos contagios desde el pasado 1 de abril, inicio de la Semana Santa, y en este período la incidencia acumulada ha aumentado 27,3 puntos, hasta 182 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, y la presión en las UCI ha pasado del 18,4 por ciento al 20,4 por ciento.
En Cataluña, todos los indicadores epidemiológicos empeoran: la velocidad de propagación del virus, que había ido a la baja, vuelve a crecer (de 0,87 a 0,91); el riesgo de rebrote va al alza (suma 13 puntos, hasta 226), y la incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días aumenta tres puntos sobre la víspera, a 246. El principal problema es que la cuarta ola empieza con las UCI muy llenas y que no dejan de sumar pacientes: en 24 horas, han pasado de 498 críticos a 513, superando así la barrera de los 500, a partir de la cual la desprogramación de actividad no COVID puede empezar a ser generalizada en los hospitales.
En Euskadi, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco actualizará hoy la lista de municipios y de provincias que superen los 400 casos acumulados en 14 días, a los que se aplicará el blindaje perimetral y otras restricciones en la hostelería y la práctica deportiva, fundamentalmente. Con Vitoria ya cerrada, Bilbao y San Sebastián podrían seguir el mismo camino.
Otra región en la que el virus está haciendo estragos es Navarra, donde, aunque ha bajado el número de contagios en las últimas 24 horas, la tasa de positividad ha experimentado una evidente subida hasta alcanzar el 11,1 por ciento, en una jornada en la que se contabilizaron dos muertos. Algo similar ha ocurrido en Aragón y Cantabria.
Preocupa en la Comunidad de Madrid el repunte en los fallecidos. Así, la cifra de muertes diarias por COVID prácticamente se duplicó ayer, al registrarse 28 frente a los 16 comunicados el pasado sábado, mientras que sigue al alza la presión hospitalaria (están ingresadas 2.010 personas frente a las 1.907 de la víspera), si bien hay un leve descenso de los hospitalizados en las UCI (482 frente a los 487 de ayer).
Con estos datos, las autonomías se intentan proteger con los cierres perimetrales y la prolongación de las restricciones, al tiempo que miran con esperanza al plan de vacunación. De momento, hasta el pasado viernes, un 6,5 por ciento de la población (algo más de tres millones de personas) habían recibido ya la pauta completa (dos dosis) de alguna de las profilaxis repartidas.