El Liberbank Cuenca tiene en su mano volver a hacer historia. Este viernes disputará su cuarto partido en una fase final de una Copa del Rey y el objetivo claro es repetir la hazaña, como ocurrió el año pasado, y colarse en la final que le otorgaría una plaza en Europa.  

Esa sería la vía rápida, pero antes hay que derrotar a las 18,30 horas del viernes al Helvetia Anaitasuna. De ser así, se mediría el sábado en la semifinal al ganador de la eliminatoria entre Bidasoa Irún y BM Benidorm. 

El equipo no estará sólo, puesto que se espera un éxodo máximo de conquenses que podría alcanzar los 600 aficionados. En ese sentido, Lidio Jiménez, el técnico del equipo, considera que su apoyo «siempre ha sido fundamental, pero ahora más por las bajas y los problemas extradeportivos». Eso sí, es vital «que el equipo sepa contagiar a la gente» y para eso «hay que trabajar muy bien». Y es que al míster le preocupa que se piense que ya se está en semifinales sin haber disputado el encuentro ante Anaitasuna. «El equipo sabe perfectamente que si vamos con la vitola de favorito vamos a palmar». 

Jiménez menciona que a pesar de que se ganó a los navarros el pasado domingo (27-23) «el equipo no estuvo bien» y considera que para ganarles de nuevo «habrá que cambiar las cosas y mejorar». El equipo «debe cambiar el chip respecto al último partido, porque nos va a hacer mucha falta jugar a nuestro mejor nivel».

Del rival cuenta que tiene una situación «muy complicada en liga» y va a estar «al 200 por cien». Los jugadores «tienen que demostrar a su afición y a su entrenador que son un equipo a confiar y eso les va a hacer que estén muy metidos en el partido. Llevan cinco derrotas seguidas y cuando pierdes tanto un triunfo siempre viene bien».

Además, recalca que «no somos favoritos, ni mucho menos. Vamos a disfrutar del partido del viernes, intentar que sea una final  y ver si somos capaces de que, con esta mentalidad, ganemos. Ya pensaremos en el sábado». 

Leo Dutra, que también compareció ante los medios, cree que el partido será «muy complicado», pero reconoce que la plantilla está preparada para afrontar el reto y se muestra esperanzado  en poder jugar la final del sábado. 

En otro orden de asuntos,  el torneo se disputará con total normalidad y sin tener en cuenta la epidemia del coronavirus, que está afectando a partidos de la Champions de fútbol o de la Euroliga de baloncesto entre equipos españoles e italianos. El público desplazado hasta el pabellón de La Caja Mágica no tendrá problemas para asistir .