Más de una treintena de empresas conquenses han dado un paso al frente a través de Incorpora, el programa de inserción sociolaboral de la Fundación ‘la Caixa’. Una iniciativa más vital que nunca si cabe tras el estallido de la pandemia, pues se posiciona al lado de las personas más vulnerables y en riesgo de exclusión social.

- ¿En qué consiste, en líneas generales, el programa Incorpora y cómo se desarrolla en Cuenca?

- Incorpora es el programa de inserción sociolaboral de la Fundación ‘la Caixa’ para personas en riesgo de exclusión social, parados de larga duración, personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad. El objetivo fundamental es insertar a esas personas en las empresas con las que colaboramos.

- Ahora, en plena pandemia y con la crisis económica que se deriva de ésta, ¿es más importante si cabe un programa como éste?

- Se ha notado mucho la influencia de la pandemia... Si seguimos a este ritmo, este año será el que más contrataciones se realicen. Durante el confinamiento fuimos parte importante a la hora de cubrir todas las bajas que se producían, sobre todo de técnicos sociosanitarios en residencias de mayores. No fue el único caso. También en lo que atañe al personal de limpieza y cocina. Además, hemos empleado a muchas personas para cuidar o hacer compañía a mayores que estaban solos durante esos días.

- ¿Cómo se capta a las empresas que participan en este programa?
- Una parte fundamental de Incorpora es contactar con empresas, explicarles el programa y conseguir que confíen en nosotros cuando tienen que cubrir una baja o unas vacaciones o, simplemente, contratar a una persona nueva. Anualmente visitamos unas 40 empresas. Lo primero que explicamos es que es un programa gratuito, que consiste en ayudar tanto a la empresa como a la persona que está buscando trabajo. Nuestro punto a favor más importante es que conocemos personalmente a las personas con las que trabajamos, pues han hecho formación con nosotros, tenemos referencia de anteriores puestos y, por ello, podemos asegurar, entre comillas, que la persona que vamos a enviar a la empresa cumplirá sus tareas de manera idónea.

- ¿Cómo conocen el programa aquellos que están buscando trabajo?

- En Cáritas somos agencia de colocación de la Oficina de Empleo de Cuenca. Llevamos muchos años con la intermediación y la orientación laboral. También es fundamental el boca a boca. A los que vienen les informamos sobre el programa Incorpora, les contamos cómo vamos a trabajar con ellos y que existen más posibilidades de contratación porque las empresas se ponen en contacto directo con nosotros.

- ¿Qué les transmiten tanto las empresas con las que colaboran como las personas que encuentran trabajo gracias al programa?

- La respuesta que obtenemos por ambas partes es buena. Nosotros, al ser la parte visible, si mandamos a una persona a una empresa y por lo que sea funciona mal, esa empresa no volverá a contratar con nosotros. Por esa razón, hacemos un trabajo importante sobre todo con las personas que quieren trabajar, para que una vez que entren a su puesto de trabajo lo puedan desarrollar perfectamente. Le damos una garantía tanto a la empresa como al empleado. Por ejemplo, no enviamos trabajadores a empresas en las que no se cumple con ciertos criterios a nivel de salud, salarios o jornadas superextensas. Hacemos estudios para saber qué persona se adapta mejor a un puesto y qué empresa es la idónea.

- ¿Cómo se prepara laboralmente a los futuros empleados?

- Depende. Hay gente que tiene una vida laboral muy extensa, pero lleva tiempo sin trabajar, por ejemplo. Dependiendo del caso, igual tenemos que trabajar el tema de las herramientas digitales, hacer un currículum actualizado, cómo buscar ofertas en internet, cómo hacer una buena entrevista de trabajo o asesorar a alguien que quiera abrir su propia empresa... Como ves, los itinerarios son muy extensos dependiendo de las capacidades de cada uno. No es lo mismo trabajar con una persona con una carrera universitaria y con las competencias para encontrar un puesto de trabajo, que hacerlo con una persona que no tiene estudios y que no ha trabajado nunca.

- El perfil de las personas con las que trabajan es tan heterogéneo y diverso que eso hace que todo resulte algo más complejo, ¿no?

- Es complejo porque, al final, vivimos en una ciudad y en una provincia que no da más de lo que tiene, laboralmente hablando. En Cuenca capital los trabajos que se están moviendo son en hostelería, que está un poco más flojo últimamente, empleadas de hogar externas e internas, y trabajadores en residencias de mayores en limpieza, cuidado de personas y cocina. Luego hay personas superformadas, con carreras, máster e idiomas, que se tienen que dedicar a trabajos con menor cualificación, siempre y cuando decidan quedarse en Cuenca y no tengan opción en su categoría profesional.

- Mientras dura el contrato de trabajo, imagino que mantienen contacto con la empresa y hacen un seguimiento del trabajador...

- Por supuesto. Nosotros estamos en contacto con las dos partes. En contratos temporales o de días, contactamos una vez al inicio y otra al final para hacer el seguimiento y ver cómo ha funcionado. En contratos más largos, que llevan tiempo, se hace igualmente un contacto al principio y luego se van haciendo más cada tres meses, tanto con la empresa como con el empleado.

- ¿Existe la posibilidad de que esos trabajadores encuentren un puesto más allá de Cuenca?

- Hay un aspecto importante y es que el programa Incorpora es a nivel nacional. A través de una plataforma se comparten ofertas de toda nuestra comunidad autónoma. Ahora bien, hay un inconveniente en este caso y es que se dan ofertas en provincias alejadas y eso exige una movilidad, que para aceptarlas debe compensar económicamente.