El teletrabajo llegó a marchas forzadas el pasado marzo con la declaración del Estado de Alarma, pero ahora puede financiarse con una subvención de la Junta. El Consejo de Gobierno de esta semana ha aprobado un decreto con dos tipos de ayudas que fomentan el trabajo a distancia en Castilla-La Mancha. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha destacado hoy que tendrá carácter retroactivo, de forma que podrán pedir estas ayudas aquellas empresas que adaptaron puestos al teletrabajo o que hicieron contrataciones específicas en esta modalidad desde el 14 de marzo, cuando empezó el confinamiento de la primera ola del coronavirus.

Estas ayudas las podrán pedir pequeñas y medianas empresas o autónomos que tengan al menos una persona asalariada a su cargo. Franco especificó que hay dos requisitos. Uno de ellos es que el trabajo se tiene que desempeñar en Castilla-La Mancha. El segundo es que el puesto de trabajo tiene que ser susceptible de acomodarse a la modalidad a distancia.

Las ayudas van dirigidas a financiar dos tipos de gastos. El primero sería la transformación de un puesto de trabajo presencial a uno de teletrabajo. Esta adaptación se subvencionaría con 700 euros. El segundo de los supuestos sería la contratación de un trabajador para realizar su actividad a distancia. En este caso se subvencionaría con 3.000 euros. Ambas cuantías se pueden incrementar un 20% si la ayuda la pide una pyme o un autónomo de una zona catalogada como ITI, es decir, con riesgo de despoblación.

En conjunto el Gobierno regional ha destinado medio millón de euros para estas ayudas. Si se repartieran por igual entre las dos líneas de subvenciones, darían por un lado para 357 puestos de trabajos transformados a la modalidad a distancia y por otro para 83 contratos nuevos de trabajadores en este formato de teletrabajo.