En poco más de 48 horas, Arnau Fernández, el nuevo extremo zurdo del BM Ciudad Encantada hará realidad su sueño: estrenarse con solo 18 años en la Liga Sacyr Asobal. El catalán, que fichó este verano procedente del segundo equipo del Barça y viene para suplir la baja de Sergio López, asegura tener nervios por enfundarse la camiseta y disputar el encuentro que le mide este sábado, a las 18 horas, al BM Benidorm. 

Confiesa Fernández «sus enormes ganas» porque empiece la temporada y afirma que este año –firmó por dos campañas–, si hacemos las cosas como las estamos haciendo y seguimos trabajando, da la sensación de que podemos luchar por los puestos de arriba, incluso entrar en Europa». El objetivo es «ir partido a partido y ver si optamos a eso o a otra cosa».

Como una familia. El internacional juvenil asegura que el cambio de la ciudad condal por la capital conquense «es muy bestia. Ya se lo he dicho a mi familia». Allí, en Barcelona, «todo el mundo va rápido, a su bola, pero aquí es todo mucho más acogedor. Es como una familia y todo el mundo te ayuda. Les he dicho a los míos que estoy encantado con el equipo y con la ciudad».

Apenas lleva unos días con el equipo que entrena Lidio Jiménez, puesto que disputó con el combinado nacional el Europeo de Croacia y logró la medalla de bronce, pero el extremo izquierdo  afirma que desde el primer día «ya noté una diferencia respecto a Barcelona. En los entrenamientos nos animamos y ayudamos mutuamente y eso me gusta mucho. Me he sentido muy acogido desde el primer momento».

El joven jugador espera «aportar mucha eficacia desde la esquina y, sobre todo, contribuir en defensa, en el 5-1 o en el 6-0, ayudando a robar balones, defendiendo y trabajando. Aportar al máximo en ataque y en defensa». Reconoce que por Cuenca han pasado extremos catalanes de excelente calidad, caso de Balaguer, y opina que el equipo conquense es el mejor lugar para impulsar su carrera. De hecho, comenta que «todo el mundo me había hablando bien de la ciudad y del equipo, y que si tenía la oportunidad no la debía dejar escapar. Así ha sido y ni me lo he pensado».

Otro de los aspectos que le hizo decantarse por venir a Cuenca es, sin duda, su afición. «Ya había oído hablar de la Furia y de la afición conquense. Me han dicho que están en los buenos y en los malos momentos, que es cuando más ayuda necesitas».