Las complicaciones de la diabetes tipo 2

Benjamín López (SPC)
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El 80 por ciento de las personas con esta enfermedad, de la que se diagnostican 400.000 casos al año, acaba perdiendo la vida por un problema cardiovascular

La diabetes tipo 2 es una enfermedad grave e incurable que, si no se trata, puede acabar provocando la muerte del paciente. De hecho, alrededor del 80 por ciento de los que la padecen fallecen a causa de una enfermedad cardiovascular aterosclerótica, como el infarto de miocardio o el ictus. Estos datos son tan reales como desconocidos, dicen los expertos, porque a pesar de que la sufren 14 de cada 100 españoles, socialmente la diabetes tipo 2 no se percibe como una dolencia ni mucho menos tan peligrosa. Por eso, desde Novo Nordisk se ha puesto en marcha la campaña de concienciación El destino de Dialberto que, mediante un juego interactivo on line, trata de demostrar la relación entre los hábitos de vida y su efecto sobre esta alteración y las enfermedades cardiovasculares. 

Las cifras demuestran la gravedad de la diabetes tipo 2. Más de 5,3 millones de personas la padecen en España, si bien solo la mitad lo sabe, y cada año fallecen por este motivo 25.000 ciudadanos en el país. Y la tendencia va en aumento, asociada también a la obesidad. Y es que el 80 por ciento de los diaforéticos tipo 2 son obesos. Es decir, estamos ante una enfermedad directamente relacionada con nuestros hábitos de vida modernos, de manera especial con la alimentación y la vida sedentaria. 

«Lo primero de todo es la concienciación, que los enfermos sean conscientes de tener una enfermedad grave», asegura Mercedes Maderuelo, presidenta de la Federación Española de Diabetes, que representa a los pacientes. 

Aunque es incurable, la buena noticia es que en un alto porcentaje de los casos se puede prevenir precisamente cambiando los hábitos de vida. «Un refrán español dice que menos plato y más zapato», afirma la doctora Sonia Gaztambide, presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes. A su juicio, tendríamos que volver a los «hábitos de nuestros padres y nuestros abuelos», con una alimentación más tradicional, menos industrial, y una forma más activa de vida. «Ahora cogemos el coche para ir a comprar el pan», afirma a modo de ejemplo. 

«Realizar un correcto seguimiento farmacológico, hacer ejercicio físico, llevar una dieta equilibrada y evitar hábitos de vida poco saludables, como fumar o el sedentarismo, es vital para reducir tanto los casos de diabetes como las complicaciones que pueden sufrir quienes ya la padecen», afirma la gerente de la Federación Española de Diabetes.