Casado promete un Pacto de Estado contra la despoblación

Leo Cortijo
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El líder del Partido Popular participó en un acto con en torno a medio millar de militantes, alcaldes y concejales de la provincia en el Hotel Torremangana y mantuvo una reunión para abordar el "preocupante" asunto de la despoblación

Casado promete un Pacto de Estado contra la despoblación

La despoblación vuelve a ser uno de los ejes sobre los que pivota el mensaje fundamental del Partido Popular de cara a las Elecciones Generales del próximo 10 de noviembre. En este sentido, el líder de la formación conservadora anunció su compromiso de impulsar un Pacto de Estado contra el despoblamiento del mundo rural. El anuncio llegó en un acto con en torno a medio millar de militantes, alcaldes y concejales de la provincia de Cuenca en el Hotel Torremangana de la capital conquense.

Casado, que unas horas antes había visitado Teruel para dar el mismo mensaje, se comprometió a lanzar varias medidas para frenar “un problema que ya afecta a casi la mitad de la superficie de nuestro país”. Propuestas que redundarían en el fomento de la maternidad, el apoyo al sector primario, la mejora de las comunicaciones físicas y cibernéticas y la garantía de la prestación de los servicios sanitarios y educativos.

De esta forma, argumentó que el PP es “el partido del municipalismo” y que no hablan de despoblación “porque se haya puesto de moda”, sino porque “sabemos que la vertebración nacional depende de la libertad de cada español de decidir dónde quiere vivir y la obligación de las administraciones de ofrecerle los medios para ello”.

De forma detallada, Casado explicó punto por punto las diferentes medidas que incluiría ese Pacto de Estado contra la despoblación. La primera sería una ley de apoyo a la maternidad, dirigida a ayudar a los jóvenes, sobre todo a las mujeres, ofreciéndoles más facilidades para emanciparse, para acceder a la vivienda y para posibilitar la conciliación, incluyendo educación gratuita de 0 a 3 años.

La segunda centra la mirada en los agricultores y en los ganaderos de esa España despoblada, que pasa por mejorar la PAC, incrementar la comercialización y la exportación de los productos españoles, conseguir mejores inversiones y desarrollar el turismo interior.

Otra solución del líder de los populares es mejorar las comunicaciones, no solo físicas -en este apartado recogió el guante que le lanzó el presidente provincial, Benjamín Prieto, que reclamó la autovía Cuenca-Teruel-, sino también cibernéticas, garantizando la conexión por internet de todos los municipios del país.

En esta línea, Casado defendió que resulta fundamental que se elimine la excesiva burocracia con el objetivo de generar alicientes “para que la gente venga a los pueblos”, empezando por “suprimir el impuesto de sucesiones”. No tiene sentido, detalló Casado, que se legisle de la misma manera para una gran ciudad que para Las Pedroñeras, por ejemplo. En este sentido, propuso una fiscalidad “más flexible” para que quienes quieran vivir en pequeños municipios tengan “alicientes”. Como también habrá ayudas, si alcanza la presidencia del Gobierno, para los emprendedores, como una ampliación de 12 meses más a la cuota reducida para los nuevos autónomos que desarrollen sus actividades en el entorno rural.

El último gran pilar en el que sustentó Casado su Pacto de Estado es la garantía de ofrecer los servicios sociales en los núcleos de población más pequeños con el deseo de “garantizar la igualdad de oportunidades de los españoles vivan donde vivan”, financiando tanto la Sanidad como la Educación.

En este punto también acuñó una nota al margen, y es que preguntó con tono irónico a la militancia popular que “¿para cuándo el hospital de Cuenca?”. Casado advirtió que a principios de año ya visitó la ciudad y que las obras no avanzan según afirma el gobierno regional de Emiliano García-Page.

Casado esgrimió también que el próximo 10 de noviembre “las cosas pueden cambiar” y que “se puede evitar una crisis económica y una fractura social y territorial”, y por ello terminó pidiendo el voto para el PP por ser “la garantía del desbloqueo” y del “futuro que merecen Cuenca, Castilla-La Mancha y España”.

El presidente nacional del PP estuvo arropado, entre otros dirigentes populares, por su homólogo en Castilla-La Mancha, Francisco Núñez; la secretaria regional del PP, Carolina Agudo; el presidente provincial, Benjamín Prieto; y la cabeza de lista al Congreso por la circunscripción conquense, Beatriz Jiménez.

Núñez, por su parte, en relación a la despoblación destacó que Castilla-La Mancha es un territorio eminentemente rural y que “si hay alguien que cree en los pequeños pueblos” ese es Pablo Casado. Un problema, el del despoblamiento, que es “muy serio” en provincias como la de Cuenca. Por eso el PP, dijo, “va a llevar una ley de oportunidades” para los pequeños núcleos de población. Por otro lado, Núñez también puso sobre la mesa el negacionismo de los gobiernos socialistas cuando las crisis económicas asoman a la vuelta de la esquina. Y, en este sentido, el líder regional hizo un paralelismo con lo que ocurrió en 2007.

Finalmente, Jiménez hizo hincapié en que el fenómeno de la despoblación no solo afecta a la provincia, sino también a la capital y que para frenarlo es fundamental la creación de empleo, puesto que ese es el principal principio para fijar población. En esta línea, la número uno al Congreso de los Diputados pidió a Casado que “cuando seas presidente traigas todo lo que necesitamos para modernizarnos para no caer en el olvido”, y es que “necesitamos que venga lo que hace falta pero que se mantenga todo de lo que nos sentimos orgullosos”.