El milagro de Sheyla

I.M.
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Esta pequeña de dos años de edad de Villaverde y Pasaconsol se cura totalmente de la epilepsia y sus crisis gracias a una novedosa técnica quirúrgica de un hospital barcelonés

María Sheyla y su madre, Olga Visan, al día siguiente de la intervención. - Foto: Olga Visan

Una niña de la localidad conquense de Villaverde y Pasaconsol de dos años de edad, María Sheyla, ha superado una epilepsia refractaria gracias a una técnica pionera y que consiste en introducir una sonda en el cerebro de la pequeña y aplicar calor repetidamente sobre el foco que causa la epilepsia hasta destruirlo.

La intervención fue el pasado verano en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, el único, por otra parte, de la sanidad pública de España en la que se aplica esta técnica y desde aquel entonces, la niña, que llegó a sufrir hasta 60 crisis en un día, no sólo ya ha pasado una revisión y en julio tendrá la siguiente sino que, además, y lo que es más importante, no ha vuelto a sufrir crisis epilépticas.

La operación corrió a cargo, según informan desde este hospital, por el doctor Santi Candela realizándose una incisión de cuatro milímetros en el cuero cabelludo de la niña para poder introducir, con la ayuda de un brazo robótico, una sonda laser. Hasta ahora son una veintena, entre ellos María Sheyla, los niños que se han beneficiado de esta nueva técnica menos invasiva y más segura que la cirugía tradicional y que permite que el paciente se recupere antes, al actuar, se explica desde el hospital, sólo sobre las cédulas dañadas evitando sangrados y posibles hemorragias. De todo estos niños, no obstante, la conquense es la que tenía una menor edad, no llegando a los dos años cuando se operó.

Según explica Olga Visan, madre de la menor, el primer ingreso hospitalario de su hija en coincidencia con las primeros episodios epilépticos fue en el Virgen de la Luz de la capital conquense en donde estuvo ingresada durante cinco días.

No obstante, comenta, «una tardanza en las pruebas que había que hacerla y el querer buscar una segunda opinión nos llevaría primero hasta una clínica privada en Madrid y luego al Hospital Gregorio Marañón también en Madrid con un nuevo ingreso en este caso durante nueve días de la niña y la realización, a partir del segundo día, de todo tipo de pruebas» y, además, explica, «de forma urgente».

«Al quinto día de estar allí descubrieron la causa, tratándose de un pequeño tumor en el cerebro, y dado que no podía curarse con fármacos y la única solución era operarla, le buscaron la opción de Barcelona una vez que en Madrid no podía ser salvo el seguir con las revisiones. Nos pusimos en contacto y en marzo del pasado año tocó ingresarla para verla y decir que se podía hacer», añade.

Se programa la operación para ese mismo mes, continúa explicando Visan , pero llegó el coronavirus y tocó retrasarla para al final operarla en junio de ese mismo año en el Hospital de Barcelona, algo, apunta, inédito dado su edad pues tenía tan sólo un año y tres meses.

La operación fue todo un éxito, duró únicamente cuatro horas y a los cinco días de estar ingresada le darían el alta.

«Hasta operar, mi hija no podía ni gatear, ni siquiera sentarse. No obstante, horas después de ser operada, ella se levantó sola. Esto fue un milagro. Ese día, empezó a hacer su vida como la de cualquier otro niño de su edad», indica Visan.

María Sheyla tiene un hermano de nueve años pero, a diferencia de ella, a él, dice su madre, nunca le ha pasado nada. «Nos pasó lo que pasó por múltiples motivos. Pudo ser por algo relacionado con la herencia o por cualquier otro motivo o simplemente porque nos tocó lo que puede pasar cada 400.000 0 500.000 niños, tal y como nos dijeron», concluye.