«Mi proyecto es instalar un Centro Cultural en La Manchuela»

V.M.
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Rubén Chumillas considera que «el diseño gráfico es en parte un arte, pero debe trasladar respuestas»

Rubén Chumillas, durante su etapa de trabajo en Islandia. - Foto: R.N.CH.

El diseñador gráfico conquense Rubén Núñez Chumillas, nacido en El Herrumblar hace 39 años, se formó en la Escuela Superior de Diseño de Madrid y después de finalizar la carrera comenzó a trabajar en el Departamento de Dirección de Arte de la Editorial Santillana, tarea que alternó con el ejercicio autónomo de la profesión. Fue profesor de Proyectos experimentales de ilustración en la Escuela Superior de Madrid en el curso 2019-2020. Ganó el Laus Oro Estudiantes y el Laus Bonze Profesional en 2017 y estuvo nominado a los Latin Grammy 2018, como mejor dirección de arte.

¿Acaba de finalizar una nueva etapa profesional en Islandia, ¿cómo surgió ese proyecto?

Me fui a principios de 2020 y todo este tiempo de crisis sanitaria lo he pasado allí, He estado viviendo en un pueblecito pesquero llamado Thingeyri, de 290 habitantes, en un fiordo de la zona más remota del país, los Westfjords (donde aparece en la fotografía de arriba), que este año, además, ha sido elegida por Lonely Planet como uno de los mejores lugares del mundo para visitar. Estuve colaborando con el centro de innovación social The Blue Bank cubriendo las necesidades de comunicación de eventos y diseñando la identidad de los mismos y la propia página web, ademas de impartir diversas conferencias;  también trabajé con empresas dedicadas a la innovación en zonas rurales (https://www.blabankinn.is/ o la recientemente creada https://eastofmoon.com/ ) y con un colectivo cultural que publica una revista literaria multilingüe.

Su actividad profesional ha tenido distintos reconocimientos, caso de Imágenes mentales o The Guilty Hand Font...

Sí, el primero perseguía generar una interacción entre personas videntes e invidentes, con una parte en Braille y otra con una imagen impresa, mientras que el segundo es una tipografía que permite básicamente escribir ilustraciones.

Iniciativas que van mucho más allá de lo que generalmente entendemos por diseño gráfico, ¿no es así?

Precisamente esa fue una de las razones por las que me fui a Islandia, porque quería evolucionar en esa línea, con un centro donde el impacto del diseño beneficia a una comunidad entera de ciudadanos, aunque también es cierto que Imágenes mentales había despertado allí bastante interés. 

¿Cómo vivió esa nominación a los Grammy Latinos por su trabajo para el disco de Vetusta Morla Mismo sitio, distinto lugar'?

Bien, fue algo que me dio bastante repercusión a nivel mediático, no la esperaba en absoluto y estar allí en Las Vegas, en un evento de esas características y de ese alcance, fue algo realmente emocionante, porque los diseñadores no solemos ser conocidos en el ámbito público y que se reconozca un trabajo y la gente te preste su apoyo es algo muy satisfactorio. Este trabajo tenía la peculiaridad de que el formato físico del disco tenía un desplegable que ocultaba una parte de las ilustraciones, en la línea de subrayar cómo dos espacios diferentes pueden existir al mismo tiempo.  Todo era un juego con el espacio,  además utilizar estas ilustraciones para un grupo rock sobre un fondo blanco e imágenes oníricas, con un papel muy algodonoso y agradable al tacto, llamó mucho la atención. La colaboración con ellos surgió porque una amiga de Pucho, el cantante de la banda, me comunicó que estaban buscando un diseñador para lanzar este álbum, así que tuvimos un par de reuniones y finalmente se decidieron por mi trabajo.

Su etapa con la Editorial Santillana, ¿le fue especialmente valiosa para profundizar en el mundo de la tipografía?

Sobre todo aprendí a trabajar en grupo, porque es una editorial muy grande, con muchos departamentos, y también pude aplicar los conocimientos aprendidos en un máster y varios cursos para generar una adecuada tipografía y saber por qué se diseña un libro de una forma determinada. Además he empezado a estudiar Antropología Social y Cultural por la UNED porque muchos de los proyectos tipográficos que he completado tienen un cierto componente filosófico, en el sentido de reflexionar cómo nuestra mente está estructurada de forma muy similar a la topografía, estableciendo paralelismos entre la forma de pensar, la estructura social y cómo representamos el propio lenguaje.

Entre sus planes me comenta que estaría abrir un estudio en La Manchuela conquense.

Sí, tras regresar hace dos meses mi proyecto es instalar un Estudio-Centro Cultural en un pueblo de a  La Manchuela conquense, concretamente en Almodóvar del Pinar, donde pretendo organizar exposiciones, talleres e incluso conciertos, todo ello para propiciar una mayor actividad cultural en toda la comarca.

En la Casa Zavala hemos podido ver estos días una muestra sobre Alberto Corazón y en Cuenca tenemos otro maestro del diseño gráfico como es José María Cruz Novillo, ¿por qué estos nombres no llegan a calar tanto en la sociedad como artistas de otras disciplinas artísticas?

Pues la verdad es que sí da  algo de pena, pero es algo comprensible, de hecho hay personas que desarrollan un gran trabajo profesional en distintos ámbitos de la investigación y también son auténticos desconocidos… es cierto que para los que trabajamos en diseño esos nombres supone hablar  de referencias absolutas en su campo.  

Aunque en el caso de Cruz Novillo haya incluso documentales que subrayan el valor de su trabajo en la creación de la iconografía reciente de nuestro país...

Claro todo el mundo conoce sus diseños, pero no muchas personas saben quién está detrás de ellos. Los propios diseñadores españoles hemos tendido a buscar la inspiración en otros países, cuando aquí tenemos estas figuras tan relevantes y con una trayectoria profesional absolutamente impecable.

En su caso, ¿considera como él que el diseño gráfico es un arte en sí?

En parte sí, porque utiliza muchos recursos artísticos para poder comunicar, no obstante, hoy en día se abre a muchísimas opciones y campos. Actualmente, conforme la gente tiene acceso a herramientas de diseño, los profesionales nos volvemos, más que artistas, creadores de plantillas para que la gente pueda utilizarlas. Las tendencias en el mundo del diseño gráfico son muy numerosas, dependiendo de las franjas de edad, en mi caso cuando recibo la información de los clientes lo que debo hacer es estructurarla y presentarla de forma fácil para asimilar, en ese sentido el arte no se preocupa tanto por presentar conceptos que se entiendan, sin embargo el diseño gráfico siempre debe trasladar respuestas. 

¿Cuáles son las claves para que un diseño concreto perdure en el tiempo?

Básicamente un buen diseño debe trasladar un concepto claro de entender, que la presentación sea sencilla y represente la idea fielmente, esa sencillez es, sin duda, lo que mejor funciona.

¿Incluyen mucho las redes sociales  en ese terreno a la hora de transmitir nuevas ideas?

En lo que más están influyendo las redes sociales hoy en día es en la cantidad de piezas que debes hacer para diseñar, pero las bases del diseño gráfico continúan siendo las mismas, aunque ahora las herramientas de comunicación, en lugar de imprimir carteles o folletos, pasen a ser  las propias redes; han cambiado un poco las piezas que debes generar para desarrollar la comunicación, condicionados por el medio, pero los elementos claves: tipografía, color, composición o forma, continúan basándose en los mismos principios.

Finalmente, ¿trabaja en la actualidad en nuevos proyectos?

Estoy trabajando en desarrollar el Centro Cultural que te comenta anteriormente,  diseñando su identidad y creando la página web, además trabajo con distintas editoriales y empresas, sin ir más lejos el mes pasado se lanzó la gráfica de la primera edición del Festival de Otoño en Cuenca, y Voicce, la empresa organizadora, me encargó el cartel del mismo, además se ha publicado también el libro Presente imperfecto, de Nando López, en el que participé, y ahora trabajo con una cantante escocesa, Shhe, a la que conocí durante mi estancia en Islandia y que tiene previsto lanzar un disco conceptual el año que viene.