La Pasión no entra en campaña

Leo Cortijo
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La Junta de Cofradías trabaja para que los actos políticos de cara a las elecciones generales no repercutan negativamente en las procesiones

La Pasión no entra en campaña

28 de abril. Esa es la fecha marcada en rojo. La decisión del presidente del Gobierno de llamar a las urnas a los españoles ese día ha generado un vuelco en el calendario de muchos, especialmente entre la comunidad nazarena. Y es que, por primera vez en la historia, la campaña electoral de unas elecciones se desarrollará de lleno en plena Semana Santa. Es más, el pistoletazo de salida oficial a todos los actos tendrá lugar en una fecha muy concreta, el Viernes de Dolores –12 de abril–, día en el que el cardenal Carlos Amigo se dirigirá a los nazarenos de Cuenca con su pregón. Así las cosas, más de un semanasantero se pregunta de qué manera y en qué forma puede afectar esto a sus queridas procesiones.

¿Aprovecharán los partidos la coyuntura para conseguir votos y empapelar las calles con las caras del candidato de turno? ¿Realizarán actos electorales en días de procesión y en las zonas cercanas a la misma? ¿Veremos a más de un político ataviado con túnica y capuz? Éstos y muchos más son misterios sin resolver. Sin embargo, para poner luz en este tema, la Junta de Cofradías ha tomado cartas en el asunto y ya trabaja para que los diferentes actos y la propaganda política de cara a los comicios no repercutan de forma negativa en los desfiles procesionales. 

La institución nazarena tiene la firme intención de que las procesiones no se vean salpicadas con actos electorales y, de esta forma, va a transmitir a la Junta Local de Seguridad una propuesta, y es que tanto la Semana de Pasión como la campaña electoral puedan convivir «tranquilamente». Así se expresa el presidente de la JdC, Jorge Sánchez Albendea, que destaca que es ahí, a la Junta Local de Seguridad –en la que intervienen todas las instituciones además de Policía Local, Bomberos, Protección Civil, Policía Nacional y Guardia Civil– «donde hay que llevar la propuesta», para que ésta, a su vez, «la transmita a la Comisión Electoral». Ahora bien, esta reunión en la que se trabajará para garantizar la pacífica convivencia y la seguridad ciudadana durante la Semana Santa, no se llevará a cabo hasta mediados de este mes.

«El principal mensaje que les voy a transmitir es que tenemos que convivir unos y otros», comenta Sánchez Albendea a La Tribuna, consciente de que «en Semana Santa nos jugamos mucho tanto en imagen interna como externa». El máximo responsable de la Junta de Cofradías deja claro que no quiere imponer nada, «solamente hacer ver» el papel que juega la Semana de Pasión en Cuenca. Aunque en esta ciudad, puntualiza al respecto, «todos los políticos saben a la perfección la importancia que tiene la Semana Santa».

Como para muestra un botón, Sánchez Albendea pone sobre la mesa algunos ejemplos que podrían llegar a darse y que, «en la medida de lo posible», sería positivo evitar. Pongamos un caso: un partido en concreto podría programar un mitin u otro acto público en pleno Miércoles Santo en las proximidades de alguno de los enclaves por los que transcurre la procesión, como la Plaza de España. La propuesta de la JdC es que el mitin en cuestión se traslade, por ejemplo, a Villa Román o Las Quinientas.

Tres cuartos de lo mismo ocurre con la propaganda electoral, y es que ésta, a nivel de imagen, no contribuiría al engrandecimiento de las procesiones. Cada año, la JdC anima a los comerciantes cuyo negocio se encuentra a pie de procesión a que apaguen los luminosos y los escaparates para embellecer los desfiles. Algunos nazarenos temen que sus Imágenes cohabiten en ciertas calles con la cartelería electoral mostrando la cara de uno u otro candidato. En este sentido, Sánchez Albendea –que en los próximos días mantendrá una ronda de contactos con los principales partidos– se muestra confiado y cree que «si se les transmite bien la idea» a los políticos, «no habrá ningún tipo de problemas».