El futuro de Leo Messi seguía siendo ayer una incógnita, a pesar de ser el día en que vencía su contrato como azulgrana. De hecho, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, acudió como es habitual a las oficinas del club a trabajar. No existía alarmismo en los despachos del Camp Nou y con un escueto «estad tranquilos», ya que se sabe plenamente de la voluntad de Messi de seguir vistiendo la camiseta culé pero a nadie escapa que urgía en el club que Messi ampliara su vinculación antes de que quedara en el limbo, sin equipo, aunque fuera por unos días.

Al ser preguntado por si había alguna novedad o preocupación por que no hubiese hasta el momento noticia alguna de renovación oficial, Laporta contestó con «tranquilos», emplazando a los presentes a tener paciencia y esperar a que se produzca el ansiado anuncio.

A pesar de que el ‘crack’ blaugrana finalizó su vinculación, en el club no están preocupados, pues, según aseguraron fuentes de la entidad catalana, la voluntad de ambas partes es firmar «lo antes posible» el nuevo contrato.

El problema reside en la complejidad de una operación que garantizaría la continuidad de Messi como capitán del Barça las dos próximas temporadas.

En primer lugar, debe resolverse la forma de pago y la fiscalidad de las cantidades que ha de cobrar el argentino, y a continuación, encajar el nuevo contrato en los criterios de ‘fair play’ financiero que exige LaLiga.

Y es que el club debe reducir de forma drástica la masa salarial de la primer plantilla azulgrana, que actualmente representa el 110 por ciento de los ingresos de la entidad, mermados por el covid y la mala gestión de la junta anterior, y que no debería superar el 60 por ciento de la facturación.

El máximo dirigente de la entidad ya avanzó su deseo de regalar a la afición el anuncio de la renovación de Messi el pasado 24 de junio, Día de Sant Joan -su santo- y del 34 cumpleaños del jugador. Y sino, le hubiera gustado anunciarlo el martes, 29 de junio, coincidiendo con su 59 cumpleaños. Sin embargo, la noticia de la continuidad de Messi tendrá que esperar algunos días más.

En cualquier caso, y aunque el internacional albiceleste ya no es oficialmente jugador del Barça, el club seguirá vinculando su imagen corporativa a la figura del ‘10’. De esto modo, la camiseta de la ‘Pulga’ se seguirá vendiendo en las tiendas oficiales del Barça. 

posibles problemas Los principales problemas del Barça para cerrar la renovación del argentino están en el aspecto económico. La mala gestión de la anterior directiva, al mando de Josep María Bartomeu, sumada a la pérdida de ingresos a consecuencia de la pandemia, han dejado las cuentas culés al borde de la quiebra. 

Los azulgranas tienen problemas para amoldarse a la normativa vigente de la Liga en lo que a masa salarial se refiere, dado que la tienen disparada, lo que ha impedido cerrar el acuerdo de la renovación, a la espera de encontrar la fórmula que se adapte al reglamento de la patronal del fútbol.

Al no renovar a Messi, el Barcelona tendrá muchos problemas para inscribirle. De haber conseguido antes de las 12 de la noche la firma del atacante y la aprobación de LaLiga, únicamente deberán realizar ajustes en cuanto a rebajas salariales y ventas para no ser sancionados. 

Sin embargo, si queda libre el 1 de julio, deberán acometer esas rebajas antes de poder inscribirle, ya que constaría como un nuevo fichaje. LaLiga es muy estricta en este aspecto.