Pérez-Reverte retrata en 'Sidi' su propia versión de El Cid

Agencias
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El autor narra en su nuevo libro un héroe castellano del siglo XI mercenario y caudillo y avanza que la obra, más que detallar los hechos históricos del protagonista, es un manual sobre el liderazgo

Pérez-Reverte retrata en ‘Sidi’ su propia versión de El Cid - Foto: Luca Piergiovanni

El escritor Arturo Pérez-Reverte lleva al terreno de la ficción la figura del héroe burgalés del siglo XI El Cid en su nueva novela, Sidi (Alfaguara), que llegó ayer a las librerías españolas, un año después de la publicación de la obra breve Los perros duros no bailan y Sabotaje, la tercera entrega de su serie de espionaje Falcó. 

«La política es un filtro de la mediocridad que empieza en el colegio», manifestó el exreportero de guerra durante la presentación de su libro, que el autor muestra como «un manual sobre el liderazgo». 

Al abordar una novela histórica, Reverte constata «con tristeza» que en España existe tanto una ausencia de «patriotismo cultural» como un «odio a la inteligencia» y una «desconfianza en las élites». Según lamentó, el sistema educativo español está hecho para «machacar la inteligencia e igualarla por abajo», de manera que «los últimos rastros de brillantez» desaparecen y «queda el mediocre». «España es un país que penaliza la inteligencia y eso se manifiesta en la política y en la cultura», subrayó. 

«No es un tiempo para héroes», señaló el de Cartagena, quien en esta nueva novela se interesa por responder cómo un «infantón burgalés de segunda fila que ha caído en desgracia consigue convertirse en una leyenda» y, en definitiva, cómo se puede mover la «conciencia» y la «voluntad» de los hombres. 

«He visto a gente levantarse bajo el fuego y correr cuando alguien lo decía y seguirlo cuando les iban a matar», señaló Pérez-Reverte en referencia a sus recuerdos como reportero y a los «mecanismos» que llevan a la lealtad, más cercanos a las «actitudes» que a las «ideas». 

Tal y como señaló el propio autor, en esta obra no hay patriotismos, sino «gente que se gana el pan». En este sentido, y en referencia a la figura previa a la leyenda que representa Sidi, señaló que «el mercenario» hoy tiene «mala prensa» pero considera que «es una persona respetable». «He estado en escenarios muy críticos y he visto a mercenarios comportarse con una dignidad absoluta y a voluntarios entusiastas salir corriendo. Desconfío más de un entusiasta que de un mercenario bien pagado», resaltó. 

Reverte quería contar su propia versión de El Cid y en ella la «frontera» es «fundamental». «Es nuestro lejano oeste», señaló el escritor, quien lamenta la ausencia de esta figura en el cine y la literatura, a pesar de las conexiones con una época en la que «se luchaba con sobrevivir». De hecho, el escritor pensó en ella tras ver la trilogía de la caballería de John Ford y lo describe como un «western medieval». 

Al ser preguntado por esa laguna histórica en las manifestaciones culturales, el autor de Sidi niega que se deba a una herencia de la educación en el franquismo. «Al franquismo se lo colocamos todo y España ya era así antes de Franco. Franco es un producto de una España que era así antes de él, es un resultado como lo es Sánchez, Iglesias, Casado o Abascal, o como lo fue Canovas del Castillo o Fernando VII», indicó. 

En este sentido, lamentó que «España nunca ha tenido la ausencia de complejos suficiente para abordar su Historia con lucidez» ni para «asumir el horror y alabar lo épico». Por este motivo, cree que todo ha ido «al cajón de los complejos» y, junto al Cid, hace referencias a personajes como Blas de Lezo o Daoiz y Velarde.