"Abrir el 31 de mayo me parece acertado"

J. Monreal
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El comercio es su profesión, y más que nada, la vocación de José Miguel Bermejo Martínez, actual presidente de la Asociación Provincial de Comerciantes de Cuenca, organización enmarcada en CEOE-Cepyme

"Abrir el 31 de mayo me parece acertado" - Foto: Reyes Martínez

¿Cuál es la función principal de la asociación que preside? 

La principal función es la de velar por los intereses de nuestros asociados, recoger las demandas de los asociados y trasmitirlas a las administraciones correspondientes. Somos, por decirlo de algún modo, interlocutores a muchos niveles, sobre todo en negociación de convenios, intentando potenciar el comercio en nuestra capital y provincia, comercio que tan denostado está en estos momentos.

 Hablando de convenios, ¿somos una provincia conflictiva en este sentido? ¿Faltan muchos convenios  por firmar?

Somos una provincia al mismo nivel que el resto de España. Los conflictos no suelen ser especialmente significativos, salvo algunos roces normales entre intereses de unos y otros, como es natural. Por lo general, al negociarse un convenio se suele pedir un poco de todo, tanto a nivel salarial como de otro tipo de bienestar laboral, horarios, permisos, etc. Procuramos cada año ir adecuándonos a las demandas, dentro de la viabilidad y cediendo un poco cada uno para llegar a un acuerdo favorable.

En el calendario de mayo se contempla el día 31 como festivo, en el que los comercios podrán abrir. ¿Qué opina sobre esta decisión?

A tenor de las declaraciones de unos y otros en prensa, creo sinceramente que se ha envilecido un poco la noticia, dando la impresión de que se quiere dejar a los trabajadores sin puente. Tres días seguidos de fiesta, los veo un poco excesivo, aunque también es cierto que el pequeño comercio puede abrir cuando lo crea oportuno. Lo que sí considero  absurdo es que abran los centros comerciales y nosotros no. De lo que se trata, en los pequeños comercios, es que cada uno de ellos negocie, sin obligar a nadie a trabajar ese día si no desea hacerlo. Se nos consultó, a la asociación de comerciantes este asunto, las propuesta fue elevada  pleno y fue  aceptada. Abrir al público el día 31 de mayo me parece acertado. La empresa es quien debe pactar con sus empleados la mejor fórmula para compensarlos.

¿Cuenca vive del comercio, de la escasa industria, del turismo?

Esa es la gran pregunta que todos nos hacemos. El turismo en Cuenca es una fuente de ingresos, pero no es la principal ni tan importante como para vivir de ella. Lo cierto es que el turismo está muy focalizado en la parte antigua, con dos partes bien diferencias y desconectadas entre sí, como es la Cuenca turística y monumental en el caso y la parte  moderna con escaso atractivo turístico, al igual que otras ciudades. El comercio como tal, quitando el de regalos y recuerdos, no vive del turismo aunque algo se genera, y lo que sería bueno es poder unir las dos Cuencas., y que el visitante recorriera ambas y participara más de la vida cotidiana de la ciudad.

¿No tiene la sensación de que los comercios en Cuenca están siempre de rebajas?

La tengo, y eso es algo que viene como consecuencia del cambio de la Ley de Comercio que permitió la liberalización de los periodos de rebajas y cada cual hace la guerra por su cuenta, cuándo y cómo mejor le conviene. El perjuicio ha sido notable, y gran cantidad de comerciantes han notado este fenómeno, porque antes las rebajas empezaban en días concretos y finalizaban del mismo modo. El cliente llegaba con ganas de comprar, pero al cambiar la ley, parece que hay rebajas cada día y ese ambiente de compras se ha ido diluyendo, con el perjuicio que supone para comerciantes y clientes.

 ¿Llegará a desaparecer el pequeño comercio, las tiendas de barrio?

Espero y deseo que no ocurra.  Desde hace algunos años, todo ha cambiado en nuestra sociedad, pero ello no quiere decir que lo tradicional no tenga su sitio. Cierto es que muchos comercios  han desaparecido, y los que no lo han hecho ha sido gracias a que han sabido especializarse y acomodarse a las nuevas tecnologías y métodos de venta, aunque sigan teniendo el mismo local y la venta sea directa en contacto con el público de toda la vida, aunque este fenómeno se da más en las ciudades grandes, porque en las pequeñas el ritmo es diferente y se funciona de otra manera.

¿Han pensado, como asociación, promover comercios en lugares como los antiguos mercados, centrados en una oferta gastronómica, como sucede en otras ciudades? 

Ese es uno de los grandes proyectos, del que siempre se habla, sobre todo las corporaciones en sus programas, pero que hasta el momento no se ha plasmado en nada concreto. A nivel de asociación poco podemos hacer, dado que la titularidad de los edificios es municipal y serían ellos quienes deben marcar las pautas, aunque con nuestra colaboración como empresarios. Sería un revulsivo, económico, para la parte baja de la ciudad, porque el turismo gastronómico está en auge y cada día tiene mayo demanda, a lo que habría que unir una oferta hostelera de calidad.

El comercio depende, en muchas ocasiones de las buenas comunicaciones. ¿Estamos mejor que hace unos años? ¿Falta por conseguir vertebrar ejes de comunicación?

No cabe duda de que estamos mejor que hace años, aunque esto no signifique que se puedan mejorar lo que existe. El AVE  ha supuesto un gran avance, ya que es una gran herramienta, pero infrautilizada por horarios y necesidades de usuarios. La autovía también ha sido fundamental entre Cuenca y Madrid, aunque sigue faltando conexiones con el levante, y no sólo hacia Valencia, sino hacia Teruel, que sería una solución idónea para acceder a la conexión desde el centro al norte sin pasar por Madrid.

¿Cómo está la provincia en materia comercial? 

La provincia de Cuenca tiene un gran problema, que no es otro que su división en comarcas muy comerciales, y otras que no lo son en absoluto. La Mancha y Manchuela funcionan bien a nivel comercial, aunque los potenciales clientes busquen ciudades limítrofes en vez de acudir a Cuenca. La clientela de zona de la Sierra, aun con el gran problema de la despoblación,  sigue siendo más fiel a la capital.

¿Las campañas promocionales rinden el beneficio esperado?

Por supuesto que  son necesarias y que sirven de incentivo, de granito más a sumar en nuestra labor comercial.  De lo que se trata también es de concienciar al cliente de que en Cuenca sí se puede encontrar aquello que se busca aunque a veces no nos molestemos mucho en mirar a fondo. Tenemos que creer en nuestros productos y dejar de tener esos complejos que siempre nos han acompañado por ser una provincia extensa, poco poblada y una capital con escaso crecimiento.

¿Han pensado en medidas concretas encaminadas a reactivar el comercio en Cuenca?

Trabajamos continuamente en ello, en colaboración con el Ayuntamiento, ofreciendo nuestra colaboración y coordinando mejoras que redundarían en la incentivación del comercio en la parte baja de la ciudad. 

¿Eso incluye más peatonalización?  

Ese tema no lo hemos tocado desde la asociación porque resulta muy complicada su resolución y que todo el mundo se contente. Trabajamos en otras propuestas, y esa es una de las que habría que abordar, pero con amplio consenso y buscando el beneficio de todos, tanto de comerciantes como de clientes.

¿Van a plantear algún proyecto inmediato desde la asociación?

Estamos trabajando en varios asuntos, pero aún está todo en fase de estudio. Aportaremos soluciones aunque de momento no podamos hablar de ninguna en concreto.