Firme y decidido

Leo Cortijo
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Alex Sorian Brown, actor

Firme y decidido - Foto: Niki Byrne

Con tan solo 14 años dejó su Cuenca natal para comenzar aventura en los Estados Unidos. De Carboneras de Guadazaón al mundo. Todo gracias a una beca para aprender inglés en Los Ángeles. Lo que entonces solo llegaba a adivinar es que eso se iba a convertir en un proyecto vital y profesional. Tras estudiar canto clásico en Alemania, regresó a Nueva York para formarse en la Academia Americana de Arte Dramático.

Allí avanza con paso firme en su carrera como actor, con producciones cinematográficas como la esperada película de terror Getaway, basada en el fenómeno viral del reto de Momo; Break Free, con Andrew Creer; y los cortos premiados Tender y Exes.  Además, Alex ha participado en series de televisión como The Heights y Dredgewood. El actor conquense ha anunciado ya el próximo lanzamiento de Earthquake Country y Evan Wood, dos producciones norteamericanas en las que es protagonista y cuyos estrenos están previstos para este mismo año, una vez que se haya superado la contingencia generada por la pandemia.

Alex, que ahora se encuentra grabando 3 caminos, una serie sobre el Camino de Santiago que verá la luz el próximo año en Amazon Prime, está especialmente ilusionado con Evan Wood. «Tengo muchas ganas de que se estrene porque es una película que lidia con un tema bastante serio». No en vano, encarna a un joven que tiene problemas con las drogas. Para este exigente papel, el joven actor tuvo que perder hasta 15 kilos. La experiencia que vivió fue «muy especial».

De esta manera, Alex se abre camino de forma decidida en un mundo tan complejo como el de la interpretación. «Es una lucha» advierte, pero como en cualquier otra carrera, «para triunfar tienes que echarle ganas». Además de ello, es fundamental tener lo que él llama «buenas conexiones». O lo que es lo mismo, tejer una red de contactos y amistades para que una puerta te abra otra y así sucesivamente. Ahora, además, lograr el sueño americano es un poquito más fácil que antes. Plataformas como Netflix o Amazon han abierto un nuevo mercado, «fundamental» para actores como él. Antes, argumenta, «muchos actores bien considerados en España llegaban a Los Ángeles y no encontraban nada, y ahora no; gracias a esas plataformas una serie que está rodada en España llega al momento a Estados Unidos y puede triunfar». Los ejemplos más claros son La casa de papel y Élite, a cuyos protagonistas «no les va a faltar trabajo».

Con el grado de madurez que le otorga el haber dejado todo siendo un niño, Alex explica que ha echado raíces en América y que Los Ángeles es su residencia habitual. Ahora bien, eso no está reñido con su deseo de abrirse camino como actor en España «por la cantidad de producciones de calidad que se están haciendo y, también, por estar cerca de mi familia», a la que echa mucho de menos. Lo ideal sería vivir «entre los dos mundos» que separa el Atlántico.

Y esto lo quiere hacer llevando por bandera un sello propio. Que Alex sea Alex y no el espejo de cualquier otro actor. Él lo tiene meridianamente claro: «Es cierto que tienes que mirar a otra gente y pensar si eso es lo que quieres o no para tu carrera, pero desde el principio tengo claro que mi vida profesional tiene que tener un objetivo». Para algunos, señala, esa meta será ganar un Óscar y para otros tener 10 millones de seguidores en las redes sociales... Lo único cierto es que «nunca hay que olvidar quién eres».

Y así lo aplica Alex en su día a día, consciente de lo que le expone a los juicios su profesión. «En cualquier película en la que salga habrá gente a la que le guste, a otros les dará igual y otros la criticarán», destaca. Lo importante es «tener los pies en la tierra tanto cuando las cosas van bien, como cuando van mal». Y es cierto, pues «de la realidad te separan de la misma forma tanto el triunfo, como el fracaso». Al final, sentencia, hay que «saber vivir» en ambas situaciones.