Centrales Chiellini

Diego Izco
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El tosco capitán italiano es doctor en Economía (2017) sacando la nota más alta: 110 'cum laude

Centrales Chiellini

Si te dicen que sabe abrir un coche con una palanca y hacerle el puente o que defendió una tesis doctoral (con la mejor nota más alta posible) sobre el modelo económico de la Juventus en la Universidad de Turín... y te dan a elegir una de las dos opciones, cuesta creer que la válida es la segunda. Giorgio Chiellini (Pisa, 14 de agosto de 1984) lidera de una forma romántica a esta nueva Italia de Mancini, la que ha modernizado su juego y su espíritu pero sigue apoyándose en representantes de la vieja escuela como su capitán (112 partidos internacionales), como construir un edificio moderno y diáfano sobre columnas dóricas0

. Uno de los mejores centrales de la historia, el también italiano Franco Baresi acuñó aquello de que «Puyol mete la cara donde otros tienen miedo de meter el pie». Retirado el capitán azulgrana, es el ‘capi’ de la Juventus y de Italia el representante de esa escuela de compromiso y entrega incondicional, la del futbolista de siete que nunca baja de siete y por tanto parece sobresaliente. No es ni el más rápido ni el más técnico ni el más inteligente, pero va al suelo a coleccionar balonazos y tobillos y lo que haga falta con tal de que esa pelota ni se aproxime a su portería. Tras el balonazo en la nariz, por ejemplo, se levanta y festeja con la emoción de quien ha marcado un gol. Esa entrega, 21 años después de su debut con el Livorno, sigue intacta.

 

Dureza 

El ‘3’ italiano lleva la fama, pero en las mejores fotos que unen ambos conceptos («dureza» y «Chiellini») siempre aparece como la víctima. Suyo era el grito amargo en el mordisco de Luis Suárez o suyos los aparatosos vendajes en la cabeza después de recibir brechas que jamás lo han sacado del campo.

Ante Bélgica fue decisiva su pelea con Lukaku. Antes del partido habló del duelo y del belga: «Es un delantero que me encanta. Cuando nos cruzamos ambos acabamos con moretones», algo que le saca una sonrisa divertida: en cuanto el atacante entra en el juego de dar y recibir, la victoria suele ser para Chiellini, doctor ‘honoris causa’ en el arte del viejo fútbol.