De juego a oficio

Leo Cortijo
-

Javi Cofrex

De juego a oficio - Foto: Reyes Martínez

Como para muchos niños de su generación, la primera experiencia de Javi Cofrex («ese es mi nombre artístico», recalca) con el mundo audiovisual fue un juguete que marcó una época, el CineExin. Sin embargo, y a pesar de que «ese fue el origen de todo», su primer objeto de deseo fue la Hi8 de su tío Dionisio. «Con ocho años la veía y me quedaba fascinado, me maravillaba que lo que grababa luego se pudiese ver en televisión». La quiso por activa y por pasiva y fruto de esa insistencia y tras desearlo con fuerza, los Reyes Magos le trajeron desde Oriente la célebre videocámara cuando ya contaba con 11 primaveras. «Me apoderé de la cámara y fue como una obsesión», recuerda con una sonrisa en la cara.

Lo grababa todo. O casi todo. Desde documentales de los viajes familiares hasta películas en las que sus primos eran los actores. Con ellos recreaba los anuncios de televisión más populares y también los concursos y programas que más furor despertaban, como Sorpresa, sorpresa. «Tenía muy claro que quería dedicarme a ello profesionalmente», apunta, y es que «el juguete se convirtió en mi oficio... ¡en mi vida!».

Dicho y hecho. Cofrex estudió Imagen y Sonido y desde entonces no ha parado de recibir formación complementaria. «Nunca se termina de aprender», dice, «y menos de esto que está en continua evolución». Tras hacer prácticas en el Club Megatrix de Antena3 y en Gran Hermano de Telecinco, el destino le trajo a Cuenca. Una ciudad, por cierto, en la que echó raíces y en la que lleva asentado 16 años. Dice que es «un conquense más». En 2003 desembarcó en la extinta TeleCuenca con tan solo 21 años. De hecho, «a la entrevista de trabajo fui acompañado de mi padre». Esa etapa de su vida la valora enormemente, pues fue «una escuela para mí… trabajábamos mucho, pero aprendí muchísimo porque siempre nos dieron libertad para hacer lo que quisiéramos con la cámara». En 2005 llegó a la delegación conquense de la televisión regional, donde todavía continúa. No en vano, «siempre la he entendido como mi casa».

Con todo, 2009 marca un punto de inflexión en su carrera. Entonces decide hacerse freelance, trabajando por su cuenta y con su propio equipo. Esa moneda al aire le salió cara, y es que ese paso al frente desembocó en varios trabajos con medios nacionales y dando cobertura a grandes eventos. Sin embargo, de su dilatada trayectoria en los medios, Cofrex se queda con dos hitos que marcaron su vida profesional porque solo él captó esos planos y sus imágenes se viralizaron por todas las televisiones. Eso es estar al pie de la noticia... Una fue la detención de dos etarras en Cañaveras, a los que la Guardia Civil interceptó más de 500 kilos de explosivos. Cofrex y su cámara fueron los primeros en llegar al lugar y los únicos en captar la explosión controlada del equipo Tedax. Mucho más amable fue la visita de los ahora reyes don Felipe y doña Letizia –entonces príncipes– a Cuenca durante su luna de miel. Cofrex fue un testigo de excepción porque solo él captó los gestos de complicidad de la pareja al bajar las escaleras de San Miguel.

Más allá de los medios, Cofex se ha hecho un nombre en el mundo de la BBC. No, no hablo de la televisión pública británica. Esas siglas pertenecen a Bodas, Bautizos y Comuniones. «Empezó de forma casual, gracias a Santiago Torralba y José del Olmo, que necesitaban a alguien para grabar vídeo, me dieron la oportunidad y han sido como dos padres para mí en este oficio». Un mundo, dice, «totalmente distinto» al de los medios de comunicación. La apuesta personal de Cofrex en esta rama de su profesión es «darle un toque distinto a través de la naturalidad y un enfoque desenfadado». Y le funciona a las mil maravillas porque muchas parejas, tras ver sus productos, le llaman buscando ese elemento diferenciador. ¿El secreto de un buen operador de cámara? «Hacer un producto de manera artesanal y cercana, estando encima de la acción pero sin ser visto». Palabra de maestro.