Objetivo Fitz Roy

J. López
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El escalador conquense Pedro Cifuentes vuelve al campo de hielo de la Patagonia Sur para completar el desafío y cubrir en solitario la travesía del emblemático monte

Objetivo Fitz Roy

Recorrer cerca de cinco kilómetros de línea de cresta y realizar más de 4.000 metros de escalada en solitario. Por cuarto año consecutivo, el montañero conquense Pedro Cifuentes se embarca en el reto de ascender las paredes verticales del emblemático monte Fitz Roy o Cerro Chaltén y superar el particular desafío que desde hace varios años tiene entre ceja y ceja. Después de prepararse hace unos meses en el Jungfrau de Suiza y en el Tsaranoro de Madagascar, Cifuentes busca completar la proeza que ha buscado en los últimos años. Las inclemencias meteorológicas de 2017 y 2018 –llegó a estar 12 días colgado en la pared– y  el accidente del año pasado que sufrió el porteador y compañero de Cifuentes, Jesús Gutiérrez Rey –el toledano cayó desde 30 metros de altura a uno de los lagos y estuvo gravemente herido–, le han impedido coronar la cima. 

No obstante, el montañero conquense regresa al campo de hielo de la Patagonia Sur con el empeño de completar uno de sus retos marcados a fuego. 

Para cumplir la hazaña, el de Palomares del Campo debe escalar en primera instancia la aguja Guillaumet y atravesar el Mermoz y Goretta antes de ascender por el pico más alto, el Fitz Roy de 3.405 metros de altitud. 

Eso sí, a diferencia de los años anteriores, el planteamiento de Cifuentes es distinto. «Después del accidente que sufrió Susi, he recapacitado y pensado en todo lo que pasa en la vida. Con esta forma de vivir al límite te das cuenta de que en un segundo, que fue lo que le pasó a mi compañero, caes y puedes morir», dice el experimentado escalador, que recuerda que «muchos compañeros y amigos han perdido la vida este año pasado en la montaña».

La tentativa. Buena parte del éxito de la expedición dependerá de las ventanas meteorológicas, un término usado en el alpinismo que se refiere a un periodo determinado de tiempo y a unas condiciones climatológicas propicias para acometer e iniciar  la escalada. 

Al igual que en las anteriores tentativas, el montañero desplaza hasta 100 kilos de material necesario que ha sido seleccionado al detalle. Además de las cuerdas y los elementos típicos de la escalada, Cifuentes traslada ropa, alimentos, y una hamaca para descansar y dormir que tendrá que anclar en la pared vertical y quedará suspendida. No sólo la carga está más que optimizada sino que es necesaria una preparación concienzuda para transportarla a lo largo de todo el trayecto. «Me preparo todo el año para eso, para estudiar dónde se puede ahorrar un gramo o llevar algo más ligero», manifiesta.  

El alpinista conquense, que ya se encuentra en el campo base, El Chaltén, llevará todo el material en varios porteos hasta el paso de Guillaumet –este año no cuenta con ayuda–, a la espera de iniciar el ascenso. 

También lleva consigo un teléfono satelital para comunicarse en el caso de que sea necesario. Eso, y un botiquín bien equipado que siempre le acompaña. «Cuando venga el buen tiempo, ¡para arriba!», apunta el escalador, que añade que el reto, si se dispone de esa ventana de tiempo apacible, tendrá un plazo estimado de 40 días. 

Rab, la firma de ropa especializada en condiciones extremas, la Federación de Montaña de Castilla-La Mancha y la Asociación de Montaña Dolomía, además de varios sponsors, vuelven a prestar el apoyo y el patrocinio al escalador conquense para llevar a cabo este tercer intento. En esta ocasión, las instituciones no apadrinan el reto de Cifuentes. 

«La motivación y las ganas de ver aquella maravilla son las mismas», cuenta el alpinista, que dice sentirse «orgulloso de seguir en la brecha. Otros años fui con mucho ímpetu, pero ahora voy con paciencia. El día que tenga que ser será».

Asegura no preocuparle el hecho en sí de lograr la hazaña, sino «disfrutar de lo que uno hace porque realmente se siente contento con ello, y no por los premios o reconocimientos que le vayan a dar a uno». Igualmente, confiesa que no le quita el sueño la posibilidad de completar la travesía y el desafío. «Prefiero no soñarlo. Voy a ser más precavido, a ver qué pasa. No es el hecho de conseguirlo o no, sino el de estar ahí, de luchar, recorrer el camino y disfrutarlo. Para mí, eso es más importante que llegar arriba». 

La hazaña del montañero conquense puede seguirse a través de la cuenta de instagram @pedro_cifuentes y en la página de facebook, PedroCifuentesRab.