En un corto espacio de tiempo han entrado de lleno en el ruedo político. Su ascenso ha sido meteórico y más tras el antecedente de las elecciones andaluzas. Tanto es así que el Centro de Investigaciones Sociológicas modifica una tendencia de 30 años y les otorga el tercer diputado por la provincia, arrebatándoselo al Partido Popular. Sin embargo, en Vox quieren ser cautos. Su candidato al Congreso, el arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno, Iván Vélez (Cuenca, 1972), cree que la «mejor encuesta» posible es el sentir de la calle y, en ese sentido, sus sensaciones de cara al próximo día 28 son «magníficas».

El CIS, en su última macroencuesta preelectoral, les otorga uno de los tres diputados de la provincia. ¿Qué le parece? ¿Le da validez a las predicciones del Centro de Investigaciones Sociológicas?

Me la tomo con la prudencia debida. La mejor encuesta es la de la calle, la de los mercadillos, la de los pueblos que voy visitando, y he de decir que las sensaciones que percibo son magníficas. 

¿Qué medidas concretas para Cuenca defendería en el Congreso si llegase a ocupar ese escaño?

Trataría de impulsar unos mejores servicios en materia de sanidad, seguridad, comunicaciones y telecomunicaciones que facilitaran la supervivencia de toda la provincia. A todo ello ha de sumarse una rebaja impositiva que permita la revitalización de nuestra industria y de nuestros trabajadores autónomos. 

A su juicio, ¿qué pretende ser Vox que no ha sido el PP ni el PSOE en esta provincia en este tiempo?

Pretende ser un revulsivo para una provincia olvidada por estos dos partidos que, durante décadas, han utilizado los escaños de provincias leales a la nación como la nuestra para mercadear con el separatismo. Vox no hace distingos entre compatriotas, por lo tanto, queremos que los conquenses tengan las mismas atenciones que el resto de los españoles. 

¿Cree que los partidos convencionales no han tomado en consideración a Vox hasta el último momento, sobre todo a raíz de lo que pasó en Andalucía?

Durante décadas, esos partidos han fabricado una España llena de desigualdades en la que se sentían cómodos gracias a acuerdos con las élites locales. Una España burocratizada que ha dado la espalda a muchos compatriotas, como por ejemplo, a aquellos que viven en el mundo rural. Vox viene a revertir esa realidad.

¿A quién hace más daño Vox en las urnas, al PP o al PSOE?

A ambos. Somos un proyecto de carácter nacional que no hará concesiones a los habituales socios de esos dos partidos. Vox, a diferencia de PP y PSOE, no buscará aliados en el PNV o en los partidos separatistas catalanes, pues somos un partido patriótico.

¿Por qué la gente ha comprado el discurso de Vox en tan corto espacio de tiempo?

Porque los españoles se han dado cuenta de los efectos negativos de un sistema autonómico que fomenta el caciquismo regionalista, pero también porque no todo el mundo está dispuesto a asumir las imposiciones ideológicas que los partidos hegemónicos han implantado.

¿Qué les diría a aquellos que les tildan de extrema derecha?

Dos cosas. La primera es que deben definir qué significa extrema derecha, y la segunda, y más importante, que aparquen por un momento esas viejas etiquetas y lean nuestro programa para conocer nuestras propuestas en lugar de dejarse llevar por la propaganda.

La última es una anécdota: ¿Qué pensó cuando vio aquel cartel con el que su partido anunciaba un acto en el que usted participaba utilizando para ello una imagen de la Cuenca de Ecuador?

Que nos ofrecía una excelente oportunidad para explicar por qué Vox es partidario de favorecer la inmigración hispana. Nuestro proyecto está vinculado al fortalecimiento de la nación española, que forma parte de la Hispanidad.