De este primer gran temporal del año, que poco a poco se va retirando, no todo será malo. Cierto es que la nieve caída desde primeras horas del jueves y hasta prácticamente ayer ha dejado múltiples problemas para los municipios de la comarca. La nieve cayó prácticamente ininterrumpida, y sin dejar tregua, en cuatro largas jornadas que han provocado que los ciudadanos no pudieran movilizarse y, por tanto, quedaran confinados en sus casas. Esa es la buena lectura que se extrae de una borrasca que en los próximos días dejará únicamente bajas temperaturas.   

No obstante, Filomena es una bendición para el campo y para los cultivos conquenses. La gran cantidad de nieve acumulada asegura que la primavera tenga reservas y afluentes, ríos y acuíferos se llenen de nuevo del líquido elemento tan necesario. 

A parte, la tempestad llega en un momento en el que los contagios de la pandemia crecen en la provincia en la ya reconocida como tercera ola de la Covid. Muchos de los casos se han producido durante las fiestas navideñas, en las cenas y celebraciones que se han desarrollado a lo largo de ellas.

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