Cuando la nieve viene pareja de una fuerte bajada de las temperaturas y ésta se convierte en hielo, el riesgo de resbalarse cuando uno va caminando aumenta considerablemente. A veces el resbalón y la consiguiente caída se queda sólo en un susto, uno se levanta y vuelve a caminar, otras veces, en cambio, la cosa va a más con el resultado de una lesión o una fractura.
Si esto ocurre tocará o bien llamar al 1-1-2 y que una ambulancia te lleve hasta tu hospital de referencia o directamente te acerquen en un vehículo particular. Sólo los pasados días 10 y 11, en coincidencia con el temporal de nieve y frío que asolaba la ciudad, las urgencias traumatológicas por caídas y roturas que se atendieron en el Hospital Virgen de la Luz , se vieron incrementadas, según fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), en más de un 21% sobre lo que viene a ser esta atención pero en otra época del año.
Así, de los 172 pacientes que se vieron en urgencias este último domingo y lunes, 52 de ellos lo fueron por traumatismo, o lo que es lo mismo, el 30% de los mismos. Pero es que asimismo, señalan estas mismas fuentes, de ese total de pacientes atendidos por urgencias traumatológicas, siete de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente por traumatismo, por fractura o por ruptura, cuando lo normal, por contra, es que estas intervenciones se reduzcan a una o dos cualquier otro domingo o lunes del año. Luego está la inmovilización del hueso o de la articulación afectada con una célula, un venda fuerte o con una escayola
Cuando uno se resbala en el hielo, lo más habitual suele ser caer hacía atrás más que hacía adelante, por ello, que las lesiones más frecuentes ocasionadas tengan que ver con percances en los miembros inferiores, en muñecas, en codos y en hombros, así como con esguinces de ligamentos, con rotura de caderas y con luxaciones de articulaciones. Por ello, tampoco es de extrañar que mientras perdurarse lo fuerte del temporal desde diferentes administraciones se aconsejase precisamente para evitar caídas y resbalones estar en tu casa el mayor tiempo posible y no salir a la vía pública a no ser que fuese necesario. No obstante, si tocaba andar sobre la nieve y el hielo, las recomendaciones a seguir son de lo más variado con consejos que van desde llevar puesto un calzado de agarre y evitar los que tengan las suelas que resbalen, hasta caminar despacio dando pasos cortos pasando por adaptar el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante con los brazos sueltos y extendidos para ayudar a mantener el equilibrio o por optar por pisar aquellas zonas en las que todavía queden restos de nieve.