El aparcamiento disuasorio de la calle Pablo Picasso de Tarancón, que llevaba cerrado desde el pasado 8 de abril, vuelve a estar operativo desde ayer. Durante estas semanas de cierre se ha llevado a cabo la mejora del solado, con cemento pulido, para evitar la acumulación de barro y demás, y se han aumentado de una a tres las plazas para personas con movilidad reducida, que se han situado a la entrada y salida del mismo. El número de plazas de aparcamiento total asciende a casi medio centenar. A pesar de tratarse de un espacio privado, cedido al Ayuntamiento como zona de párking en pleno centro de la ciudad, el equipo de Gobierno ha optado por acondicionarlo con las citadas acciones, y nueva señalización vertical y horizontal. De otro lado, el anunciado aparcamiento en un amplio solar de la avenida Juan Carlos I ya ha empezado a construirse y está pendiente la creación de otro, en este caso en espacio municipal, en la plaza de la Constitución, detrás de la Casa de Piedra.