Un país 'curado en salud'

L.G.E.
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BBVA destaca que los seguros de salud crecieron incluso durante la crisis. Pero la obesidad también avanza y la doctora Noemí Soriano avisa de las repercusiones, pues las enfermedades llegarán siendo jóvenes

De izquierda a derecha Carmen Sánchez Jara (La Tribuna), Javier Alonso (BBVA Research), Francisco Rey (BBVA Seguros) y Noemí Soriano ( ZEN Salud). - Foto: Ví­ctor Ballesteros

Durante los años de la crisis el sector de los seguros de salud no pilló ni un resfriado. «Los seguros de salud no han dejado de crecer en los últimos años, incluso en los momentos de crisis ¿por qué otros seguros están afectados por el ciclo económico y los de salud no? Debe de haber algún valor especial que hace que las personas prescindan de otros bienes y no de seguros de salud», apunta Javier Alonso, economista principal de BBVA Research. Por eso, desde este servicio de estudios han puesto el ojo en este sector e intentan dar respuesta a esta pregunta analizando hábitos de vida, percepción del estado de salud y prevalencia de enfermedades entre la población, comparando entre los que tienen diferentes niveles de educación, entre comunidades autónomas y entre los que son asegurados y los que no lo están. Algunas de las conclusiones del estudio realizado por BBVA Research señalan, por ejemplo, que en Castilla-La Mancha el consumo de comida rápida es más frecuente que la media nacional y que también la gente es menos activa físicamente. Además el estudio también concluye que la población asegurada tiene un estilo de vida más saludable que la no asegurada.

Alonso participa en una mesa de debate organizada por La Tribuna junto con la doctora especialista en nutrición Noemí Soriano, directora de ZEN Salud, en Toledo) y con Francisco Rey, el director comercial de BBVA Seguros en España. Soriano corrobora que para los ciudadanos la salud es una prioridad: «Tú podrás dejar de comer salmón, pero si te duele una pierna te lo vas a gastar, no se puede vivir con dolor y con determinadas situaciones». Explica que a su consulta llegan muchas personas con obesidad. «Normalmente son pacientes que ya tienen desarrollada una patología crónica a razón de esa obesidad y entonces lo que buscan es que tú le reorganices, porque hay algo que no funciona», comenta.  

Francisco Rey apunta que «la salud es un sector en alza» y que el año pasado siguió creciendo al 6%, que es «un ritmo bastante importante». Añade que en el caso de BBVA Seguros fue un incremento del 26% a nivel nacional y del 25% en Castilla-La Mancha y que sus profesionales tienen detectado que es una de las ramas con más capacidad de seguir creciendo y en el que habrá más competencia. Calcula que un 25% de las familias españolas, según el informe ‘Estamos Seguros 2018’, elaborado por Unespa, tienen contratado un seguro de salud y destaca que le parece una cifra «que no está mal, más cuando tenemos una Sanidad pública tan bien gestionada, que según los últimos datos es la tercera mejor de todo el mundo».

La buena valoración de la sanidad pública es algo en lo que coinciden los tres participantes en la mesa redonda. Soriano apunta que hay otra característica que diferencia también el sistema sanitario español. «Aquí no es como en otros países, en los que los médicos que trabajamos en la pública, lo compatibilizamos con la privada», expone, «hay pocos compañeros que se hayan decantado por irse a trabajar directamente a un hospital privado».

Sin embargo, aprecia aspectos en los que podría mejorar esa coordinación entre sanidad pública y privada. «Lo que tendríamos que hacer los compañeros de la Seguridad Social, es que si me traen una analítica de una consulta privada, no digamos que vamos a repetirla, que somos muy así», apunta. También señala que a veces el paciente «va a la privada, le recetamos un medicamento y luego va al médico de familia y el médico de familia se lo receta y ya lo tenemos todo». Por eso, apoya que en las pólizas se incluya parte para medicación. Rey le aclara que en el seguro BBVA Salud lo tienen, para reembolsar el 50% del gasto farmacéutico.

La obesidad, un «problema nacional de salud pública». Pero además de la preocupación que tienen los ciudadanos por su salud, también debería cundir preocupación por la salud del sistema y de lo que viene. Soriano insiste en que la obesidad «es un problema nacional de salud pública» y avisa de que «esto va a ir a peor, porque cada vez somos más enfermos, somos población más envejecida y con más problemas». Cree que «como no pongamos coto, no vamos a dar abasto».

Calcula que la situación más compleja llegará dentro de veinte años, cuando la generación del baby-boom tenga entre los 55 y los 70 años y se sume con las generaciones posteriores que van a desarrollar enfermedades en su juventud por el incremento de niños obesos.

Alonso también apunta a ese horizonte de jubilación de los baby-boomers, «cuando empiecen a tener los problemas típicos que vienen por la edad, pero por haber tenido una dieta menos mediterránea que las anteriores». Calcula un impacto «espectacular» en el ámbito sanitario, pero todavía cree que es difícil concretarlo. «¿Va a poder la Sanidad pública atender toda esa masa de gente que va a ir asiduamente a los hospitales?», se pregunta. Además no descarta que pueda llegar un momento en el que la esperanza de vida retroceda por malos hábitos. Comenta que en Rusia y otros países del Este ha ocurrido por el consumo de alcohol. A este respecto, el informe de BBVAReasearch también obtiene como conclusión que en Castilla-La Mancha el índice de obesidad es mayor que la media nacional.

Y además se añade la incidencia del cáncer. Soriano dice estar muy preocupada: «Es que vamos a ser todos y un tratamiento oncológico tiene unos costes elevados, y no solo es el tratamiento, sino las consecuencias». Rey no oculta que hay elementos en el horizonte para estar preocupado: «Lo de la parte oncológica me ha dejado...». Y Soriano no lo suaviza: «Eso va así. Cada vez vivimos más y cuantos más años, más desarrollo de carcinomas».