En unas semanas concluirá la primera promoción del proyecto Urban Forest Innovation Lab (UFIL), que ha sido desarrollado por el Ayuntamiento de Cuenca, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Universidad Politécnica de Madrid, CEOE-Cepyme Cuenca, la Fábrica de Maderas de Cuenca, Khora Urban Thinkers, el Instituto Europeo de Diseño (IED) y Forest Stewardship Council (FSC), y ha contado con la colaboración de la Diputación Provincial y Globalcaja.  
Jesús González Arteaga, coordinador de la UCLM de la iniciativa impulsada en el marco de Acciones Urbanas Innovadoras (UIA) y que cuenta con la financiación al 80 por ciento del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), valora el programa que pretende generar economía y crear empresas a partir de la masa forestal presente en la provincia.

¿Qué proyectos empresariales e ideas de negocio está elaborando la primera promoción de emprendedores? Se están desarrollando 17 proyectos diferentes que abordan todos los aspectos del bosque. Desde consultorías para un mejor aprovechamiento y gestión de manera sostenible, hasta otros proyectos que buscan innovación en sectores tradicionales como mobiliario o productos forestales a los que se le da la vuelta y que entran en el campo de la bioeconomía. Empresas que buscan nuevos sistemas constructivos en madera, o el aprovechamiento de la huella de carbono y de sus múltiples beneficios.

¿Cuántos de ellos se podrán llevar a cabo y cuál es el periodo estimado de ejecución? Esperamos que se puedan llevar a cabo los 17. Se han estado formando de forma específica en emprendimiento y con un plan de negocio, y todos tienen vías para salir. Algunos de ellos lo harán pronto, no necesitan tantos recursos, y otros requieren de instalaciones para fabricación o elaboración de productos y tardarán más en función de las inversiones que tienen que acometer.

El próximo 5 de febrero se celebrará la llamada ‘Demo Day’ de UFIL. ¿Qué se espera de la misma? La ‘Demo Day’ podría ser como la fiesta fin de curso en la que van a exponer cada uno de sus proyectos empresariales. Nos lo contarán a la gente que hemos formado parte de UFIL, pero sobre todo se mostrará a personas que puedan estar interesadas en realizar inversiones en estas nuevas empresas. Ellos tienen que exponer las bondades de su negocio y los beneficios que pueden obtener, para poder captar fondos y mejorar los sistemas que quieren implantar.

¿Cómo podrá conocer la ciudadanía qué ideas innovadoras se han seleccionado? Ahora mismo, en la página del proyecto (www.uiacuenca.es), tenemos un enlace al ‘Demo Day’ en el que hay un resumen de estas ideas y, a parte, tenemos el enlace para que se puedan unir a esta jornada presencialmente u online. Quien quiera conectarse puede unirse y conocer estos proyectos.

A lo largo del curso se han sumado varias instituciones y entidades, caso de Globalcaja o la Diputación. ¿Se espera que nuevos entes puedan formar parte de UFIL en un futuro cercano? El proyecto está formado inicialmente por nueve socios y se han unido colaboradores como Globalcaja y la Diputación, como entidades que van a ayudar al proyecto y aportan su conocimiento, forma de trabajo y financiación para apoyar a estas empresas. En la segunda promoción va a aparecer otra figura que hemos llamado ‘retadores’. Son empresas del sector privado que van a aportar retos a los participantes. Ya están seleccionadas tres nuevas empresas que van a participar a partir de febrero y esperamos que cualquier otra compañía que esté interesada en la bioeconomía forestal en Cuenca pueda unirse. Tienen que ponerse en contacto con nosotros, con el programa, y trabajaremos juntos.

¿Qué opina del proyecto del Parque Científico Tecnológico que proyecta la Diputación? ¿Puede ser el espaldarazo definitivo que necesita Cuenca para generar empleo a partir de la bioeconomía forestal? Es un elemento que puede ser el dinamizador. A través de UFIL, estamos empezando a crear empresas, pero mediante este Parque Científico se podrá tener un punto de encuentro entre la ciudad y su bosque, que es un bien importantísimo. Se van a poder sumar recursos científicos y tecnológicos, añadir nuevas empresas que estén interesadas en invertir y espero que sitúe a Cuenca en el mapa de la bioeconomía forestal y de la economía circular.

A las puertas de que empiece una segunda convocatoria y ya que solo han podido ser seleccionadas 35 solicitudes, ¿habrá una tercera? Está ya cerrada la lista de participantes de la segunda promoción que empieza en febrero y, por desgracia, no hemos podido coger a todas las personas que se han interesado. Hemos tenido muchas solicitudes y seleccionamos los perfiles que hemos visto más adecuados para poder desarrollar una empresa. Como poco, tenemos prevista una tercera promoción que entraría dentro del proyecto europeo. A futuro, UFIL seguirá existiendo. Buscaremos entre los distintos socios la figura legal, la forma de hacerlo, pero UFIL tiene que seguir porque Cuenca necesita este tipo de proyectos.

Varias organizaciones, caso de Rewilding Europe que aboga por recuperar la naturaleza, se han interesado en el proyecto UFIL. ¿Eso significa que Cuenca es, en estos instantes, un potencial laboratorio de ideas para conservar la biodiversidad? Claro. Ahora mismo es tendencia la sostenibilidad y el uso del mejor aprovechamiento de los recursos naturales, reducir la huella de carbono o el uso de madera. Cuenca es un punto que puede generar negocios de este tipo, tiene sus recursos que puede explotar. Van a reclamarse y aparecerán iniciativas relacionadas con Cuenca.

A corto plazo, ¿en qué se va a beneficiar Cuenca del Urban Forest Innovation? En primer lugar, lo que se va a buscar desde el Urban Forest es conocer el bosque, saber que tenemos este recurso muy bueno, que cada vez va a ser más demandado. Ese es el primer objetivo que debemos cumplir. El segundo es crear empresas y que se vea que es posible invertir en Cuenca y generar una buena economía. A futuro, debemos aprovechar el bosque, trabajar con él y generar recursos. Nos permitirá conservarlos, tener una mejor explotación y ordenación, y evitará que aparezcan incendios, la desaparición de especies y, en definitiva, una mejor gestión en general.