Puertas abiertas al arte tras 111 días de pausa

Agencias
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La National Gallery de Londres continúa la estela de los grandes centros culturales europeos y aprovecha su reapertura para diseñar recorridos alternativos y evitar aglomeraciones

Puertas abiertas al arte tras 111 días de pausa

La National Gallery reabrió ayer sus puertas tras 111 días de parón en los que la institución ha aprovechado para adaptarse a las nuevas normas, adquirir algún cuadro y diseñar tres recorridos alternativos para evitar las aglomeraciones.

El museo de Trafalgar Square es el primero de los centros artísticos británicos en volver a recibir público después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, diera luz verde a la reapertura de museos, galerías y cines a partir del pasado 4 de julio.

«Creo que hay algo simbólico en que la galería sea la primera en reabrir entre los museos nacionales», señalaba el director del museo, Gabriele Finaldi, en un comunicado. Así, la emblemática pinacoteca, que no había vivido un impasse tan largo en sus 196 años de historia, entraba en una nueva normalidad en la que varias cosas cambiado. Ahora, los visitantes tendrán que reservar con antelación las entradas a través de la página web de la galería, que seguirá abierta siete días a la semana pero con horario reducido. También deberán guardar una distancia de seguridad de dos metros durante sus visitas y encontrarán menos sitios libres entre los codiciados bancos que se esparcen por las salas.

Aunque el uso de mascarillas solo es una recomendación, el personal de la institución llevará protección facial y guantes, y en todos los sistemas de aire acondicionado se han instalado filtros para aumentar el flujo de aire fresco.

Para evitar aglomeraciones durante el recorrido, el museo ha diseñado una propuesta con tres rutas alternativas de una duración estimada de entre 25 y 35 minutos, aunque los interesados podrán visitar las tres sin necesidad de decantarse por una exclusivamente ni ceñirse a estos tiempos.

Con la reapertura, el centro cultural sigue la estela de la mayoría de los europeos, ya abiertos o a punto de hacerlo tras el largo confinamiento por la COVID-19.

La emblemática Isla de los Museos de Berlín, una de las principales atracciones culturales de la capital alemana, con alrededor de tres millones de visitantes al año, ya hizo lo propio el 12 de mayo. Pocos días después llegó el turno de los españoles. Concretamente el 6 de junio abrieron sus puertas el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen.

En Francia, el proceso ha sido gradual y los principales centros de artes se hicieron esperar. El Pompidou regresó el 1 de julio y el Louvre, el más visitado del mundo, lo hizo el pasado lunes con cupo para una cuarta parte de sus visitantes.

En Rusia, su joya de la corona museística, el Hermitage, es otro de los más retrasados y reabrirá el 15 de julio, al igual que el Museo Ruso. Cinco días antes habrá sido el turno del Pushkin.