Depedro se impuso a la lluvia

Redacción
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El mal tiempo hizo escena justo antes de la aparición de Jairo Zavala, que ofreció un pequeño recopilatorio en un Claustro del Parador a rebosar

Depedro se impuso a la lluvia

El hecho de que el título del último trabajo del madrileño Jairo Zavala Depedro lleve por nombre ‘Todo va a salir bien’ parece algo más que una casualidad después de lo ocurrido en Estival Cuenca. El artista no dejó que el mal tiempo aguara su compromiso con el público conquense y no dudó en ofrecer varias de sus piezas más conocidas en un improvisado escenario en el interior del Parador de Cuenca ante la presencia quinientas personas.

De forma previa, la tarde arrancó de manera puntual con la actuación del grupo conquense-caboverdiano Heritage, que comenzó a caldear el ambiente con sus ritmos de Brasil y Cabo Verde con la voz de Walter Bettencourt y el acompañamiento de Dani BB en la percusión, Javi Rosa al bajo y Adrián de las Heras en la guitarra. 

Después esta primera actuación, se dejó el tradicional receso, momento en el que comenzaron a caer las primeras gotas. Con la esperanza de que la tormenta pasara de largo, la organización esperó unos minutos al tiempo que se guardaba en la manga la carta del claustro del parador. Una opción a la que ya hubo que recurrir hace dos años cuando en una situación similar, la albaceteña Rozalén tuvo a bien obsequiar a los presentes con su música en los pasillos del Claustro. Así, y ante la insistencia de la lluvia, el cantautor madrileño Depedro repitió la jugada e hizo vibrar el interior del emblemático edificio conquense.

A los pies de las escaleras del claustro, el artista agradeció la paciencia y el detalle de los presentes por esperar hasta el último momento, de igual manera pidió dejar un espacio en la zona cercana para que la ocuparan los más pequeños, destacando el hecho de que las familias llevaran a los niños a los conciertos. Acto seguido, guitarra en mano y con un micrófono y dos altavoces, su voz comenzó a volar por el claustro entrando en los cuerpos de los presentes, provocándoles un sinfín de movimientos acompasados con el tempo de sus pisadas sobre la pequeña tarima o el rugir de las cuerdas de su instrumento. No tardaron en llegar los coros improvisados por el público con “Como el viento”, “Diciembre” o “Llorona”, con la que finalizó su pequeño recopilatorio ante el aplauso ensordecedor de los espectadores.

Entregado al público conquense, el artista se quedó para fotografiarse y firmar discos en la entrada del Parador para cerrar una noche más para el recuerdo del Estival Cuenca, donde Depedro cumplió con su palabra y ‘todo salió bien’.