Luis F. Díaz Muñoz: «Tenemos una Sanidad buenísima»

J. López
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La labor del farmacéutico no se limita en estos días a servir medicinas. Los profesionales también tranquilizan al paciente que acude preocupado

Luis F. Díaz Muñoz: «Tenemos una Sanidad buenísima»

Médicos, ayudantes y auxiliares, enfermeros, practicantes, celadores y, por su puesto, farmacéuticos, entre otras profesiones sanitarias, arriman el hombro en estos días para procurar y velar por la salud de los ciudadanos. 

Es el caso de Luis Fernando Díaz Muñoz, un colegiado farmacéutico con orígenes en Poveda de la Obispalía que desde hace 40 años dirige la Farmacia La Moderna en el corazón de Cuenca, Carretería. Cuenta el farmacéutico licenciado que la profesión le viene de familia, puesto que regentan varias boticas en Madrid y «hasta 10 primos hermanos llegamos a estar juntos en la Complutense».

Afirma no haber conocido antes una crisis virológica como ésta, «ni algo parecido ni algo que pusiera a tanta gente con estos problemas de salud», si bien recuerda que en los años 80 «tuvimos algo parecido pero no fue tan global. Me refiero al caso del aceite de colza, que también trajo muchos problemas. Lo que pasa es que, hoy en día, las redes sociales magnifican todo mucho, pero en aquel momento la gente también hablaba de remedios y se decían barbaridades».

En ese sentido, opina que la información que se da a través de ciertos canales no es la correcta. «Cada uno quiere dar su visión antes que otra persona». En el caso de las enfermedades, «sólo hay que hacer atender a los cauces legales, a la Consejería de Sanidad, al Consejo de Colegios Oficiales, o a las farmacias. Somos las vías que están trabajando por todos, y hay gente con mucha experiencia y preparada que nos llevará a buen término». 

Observa que en las farmacias conquenses hace semanas que no hay mascarillas y, sobre los geles, apunta que en Cuenca hay farmacéuticos que tienen posibilidad de elaborar hidroalcoholes, pero la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios «nos lo impide. Estamos en un momento excepcional y si algunos asuntos burocráticos fueran más rápidos se podrían fabricar estas soluciones».

Ahora bien, comenta Díaz que la labor de los farmacéuticos en estos días no se limita a servir un medicamento equis, sino que también se tranquiliza al paciente que acude preocupado. «Somos psicólogos.  Intentamos darles estabilidad y decirles que esto pasará en un tiempo determinado y con la ayuda de todos lo conseguiremos».

Y es que, subraya, lo que hace falta «es creer. Necesitamos que haya un líder en Castilla-La Mancha que nos diga las cosas directa, seriamente y que creamos. Eso es lo que pide la gente, los enfermos y los que pasan por aquí a por sus medicinas». 

Eso sí, entiende que «hay que intentar no agobiar a los ciudadanos con números. Hay que darles la posibilidad de que asuman que de aquí a unos días habrá una bajada de casos importantísima y visibilizar cada vez más a la gente que está saliendo de la enfermedad. Se trata de darles moral».  

El colegiado, como mensaje para la población, traslada que «hay que tener muy en cuenta que tenemos una Sanidad buenísima, que estamos trabajando todos desde los hospitales hasta en las farmacias y que luchamos para lograrlo». 

En este punto, alaba el trabajo del consejero de Sanidad, Jesús Fernández; el presidente el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, Francisco José Izquierdo Barba; y de la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, que «están en contacto constante con nosotros por correo electrónico, nos dicen las normas que hay que seguir y lo están haciendo perfectamente».

Por último, el farmacéutico dice sentirse «muy orgulloso de cómo está funcionando la Sanidad de Castilla-La Mancha. Se está comportando con una entereza tremenda. Solo pido a los políticos que se den cuenta de la gente que tienen, que pueden contar con todos».