A San lsidro Planas

Vidal Maté
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Peticiones al santo patrón en el día de su festividad

A San lsidro Planas - Foto: Rueda Villaverde

En el día de tu festividad, como patrón del campo, agricultores y ganaderos nos dirigimos a ti para hacerte partícipe de nuestras preocupaciones y a la vez pedirte consejo y ayuda para afrontar el futuro en un momento decisivo como éste, en el que se va a definir una parte muy importante de la política agraria para los próximos años.

Como patrón y defensor de nuestros intereses allí donde se deciden las cosas debemos confesarte que, en muchas ocasiones, nos surgen dudas y temores sobre tu situación, sobre nuestro peso en esos cielos, aunque públicamente se reconozca al campo como un sector clave para el suministro de alimentos de calidad y seguros y para el sostenimiento del territorio rural vaciado que, ahora, cuando ya no queda nadie, tanto preocupa con la constitución de organismos y comisionados.

Los agricultores y ganaderos te lo confesamos: estamos cansados de mensajes y palabras huecas que luego no se corresponden con la realidad, porque seguimos siendo el vagón de cola cuando se trata de repartir apoyos, y de que, en cuestiones que nos importan, sean otros compañeros de ese cielo quienes decidan por ti y por nosotros. No sabe uno si es por el auge del feminismo en la nube donde te mueves, pero la realidad es que santa Teresa Ribera, además de meternos el lobo en casa, se nos lleva casi todo para su política verde-renovables y los intereses de los grandes grupos energéticos; santa Reyes Maroto controla los recursos de reconstrucción industrial de Bruselas; santa Yolanda Díaz nos plantea una política laboral desconociendo la realidad de la actividad agraria; santa Irene Montero deja a un lado la igualdad en el campo; santa Ione Belarra no para en los derechos sociales de los despoblados o santa Isabel Celaá pasa de las condiciones especiales de la educación en el medio rural, algo clave para fijar jóvenes en el territorio. Por lo mucho que nos toca, sentimos que te hayan dejado solo en nuestra defensa.

Ya ves, así andamos. Con todo lo que dicen que significamos para la sociedad, te necesitamos como un santo patrón seguro de tu fuerza, no puedes mirar nunca para otro lado en un ejercicio de diplomacia en esa nube de intereses de todos los santos y santas desde la sensación del débil, porque hay detrás todo un mundo que te apoya.

Ahora que estamos a punto de cerrar el Plan Estratégico con el que ubicar los más de 47.000 millones de euros fijados por la Unión Europea para España en los próximos años necesitamos tu ayuda para una decisión justa en la redistribución de los fondos; para que agricultores y ganaderos, por una misma actividad, recibamos las mismas ayudas en eso que se ha dado en llamar convergencia y que ha levantado tantos recelos y enfrentamientos, en unos casos porque hay ganadores y perdedores en aras de llegar a un mayor equilibrio de pagos, y en otros porque no se ha concretado el conjunto de la medidas en pro de la redistribución de las ayudas, ni una reducción de regiones largamente prometida que no llega. Simplificando mucho, algunos dicen que bastaría con media docena: herbáceos en secano y regadío; leñosos en secano y regadío; prados y eriales de secano. Te pedimos decisión para acabar además con los derechos históricos y el mercadeo en que se han convertido los mismos al margen de las superficies donde se generaron. Un despropósito.

Necesitamos tu intercesión para que se cumpla la Ley de la Cadena, para que se paguen al menos los precios de coste y que no se deteriore el valor de nuestros productos con precios a la baja o a pérdidas; para que no abusen de nosotros en los precios de compra de los medios de producción; para tener una mayor protección de nuestros productos en frontera; para que no se siga aplicando el doble rasero de exigencias de producción y medioambientales para nuestros productos y para los importados; para mantener y potenciar una política de seguros que en todo caso garantice rentas a precios de coste asumibles; para poder pagar lo justo a las eléctricas por las tarifas de riego; para, en definitiva, poder seguir siendo agricultores y ganaderos viviendo en nuestros pueblos en igualdad de condiciones con los habitantes urbanos.

Es inaplazable un verdadero relevo generacional en el campo. Es necesario tu apoyo para seguir mejorando los fondos destinados a incentivar las primeras instalaciones que faciliten la incorporación de los jóvenes. Pero el verdadero aliciente sería aplicar medidas que mejoraran la rentabilidad de la actividad y otras enfocadas a lograr un medio rural atractivo para la familia; un medio donde puedan vivir las cada vez más personas de edad solas y donde los hijos tengan acceso a una educación de calidad y sin mayores costes por tener que desplazarse en la educación superior a núcleos urbanos; con servicios indispensables que contribuyan a fijar población; porque, al ritmo que vamos, en cientos de pueblos ya no quedan vecinos ni para sacarte en andas el día de la fiesta y tenemos que acudir a los forasteros.

Tienes razón cuando a veces nos dices que estamos siempre pidiendo y que no podemos esperar todo del cielo; que debemos poner mucho más de nuestra parte a la hora de organizarnos, tanto en las compras como en las ventas de lo nuestro; en el mejor uso de los medios de producción de una forma más eficaz y sostenible; de no apuntarse a un cultivo simplemente porque se haya puesto de moda sin pensar en su futuro; de una mayor capacidad organizativa en cooperativas u otras formas asociativas y que no podemos limitarnos a criticar su funcionamiento desde fuera cuando tenemos siempre la posibilidad de entrar para mejorar su actividad. Y es que somos así. Pero no puedes olvidar que también somos una actividad a la intemperie, que hemos de luchar contra fenómenos no controlables y además, desde una posición de inferioridad, contra intereses de grandes grupos con un poder muy superior al nuestro.

Y para acabar. Dicen tus detractores que “mucho patrón” del campo, pero que hoy día no llegarías a ser un agricultor profesional genuino prioritario para percibir las ayudas PAC si, como dice la tradición, no estabas tú al pie del arado con los bueyes, sino que la tarea la realizaban unos ángeles mientras rezabas. O sea, que no tenías callos por empuñar el manil del arado. En otras palabras, rezando, pero hoy serías un agricultor de salón. Vaya patrón…