Cuando un tuit vale más que mil palabras

Agencias-SPC
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Los políticos se vuelcan durante el confinamiento en las redes sociales, convencidos de que así sus mensajes llegarán a más ciudadanos

Cuando un tuit vale más que mil palabras

La pandemia del coronavirus ha cambiado muchas cosas en la sociedad -y las que aún modificará en un futuro no muy lejano- incluyendo la manera de hacer política y de comunicarla. Durante el confinamiento instaurado para combatir la expansión de la COVID-19, todos los partidos y líderes políticos han incrementado su presencia en las redes sociales. Ahora mismo un solo tuit vale mucho más que 1.000 palabras. También las formaciones parlamentarias han experimentado con nuevos formatos para llegar a los medios de comunicación, a sus militantes y al público en general. 

Ciudadanos fue el primero en adoptar las ruedas de prensa telemáticas con preguntas en directo de los periodistas, una iniciativa a la que pronto se sumó el PP y, más tarde, Vox. El Gobierno fue el más reacio en adoptar esta modalidad de comparecencia telemática, que no estrenó hasta la semana pasada tras la presión de los periodistas. Aunque, al contrario que los partidos de la oposición, el Ejecutivo mantiene la selección previa de las preguntas que se van a enunciar, una tarea encargada al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, que ha sido señalado por numerosos previos por su criba subjetiva y partidista. Por ejemplo, esta semana no dio paso a ninguna de las cuestiones que los informadores lanzaron al general José Manuel Santiago sobre el presunto uso político de la Guardia Civil por parte del Gabinete. Por su parte, PSOE y Unidas Podemos no están realizando, desde que se decretó el estado de alarma, ruedas de prensa de partido.

Así, aparte de las comparecencias diarias del Gobierno en televisión, y las entrevistas en los distintos medios de miembros de todos los partidos, la comunicación política, sobre todo de la oposición, se centra en las distintas redes sociales, como Twitter, Instagram, Facebook, Whattsapp o Telegram. Canales que están cobrando protagonismo ante esta pandemia. Para bien y para mal se han convertido en la manera más rentable para los partidos de transmitir su mensaje.

El PP reconoce que ha tenido que «reforzar» su presencia en redes desde el inicio del estado de alarma, pero no solo por el incremento de tráfico, que es una «tendencia nacional», apuntan, sino también porque han detectado un aumento del número de «perfiles falsos» atacando al partido. Este problema ha sido denunciado también por el Ministerio de Sanidad y por la portavoz socialista Adriana Lastra esta misma semana.

Aunque el líder de los populares, Pablo Casado, ya tenía una importante presencia en Twitter, ahora se ha incrementado y se complementa con videoconferencias para reuniones tanto de carácter interno del partido como externo, con los agentes sociales y representantes de distintas asociaciones para abordar la crisis por la COVID-19. Asimismo, publica diariamente, desde hace un mes, un tuit con las cifras de muertos e infectados y algún comentario al respecto. 

uso de ‘bots’. Vox, desde que se inició la crisis, ha intensificado más aún si cabe la utilización de las redes sociales, a las que debe sus éxitos del último año y medio. La formación de Santiago Abascal se ha demostrado experta en el manejo de la comunicación en este ámbito y con una gran capacidad de viralizar sus mensajes. Así, transmite la ruedas de prensa telemáticas por su canal de YouTube, con lo que consigue mayor repercusión y que se conviertan, en muchos casos, en mítines o presentaciones públicas, como ocurrió cuando pidió la creación de un Gobierno de concertación del PSOE, PP y Vox.

Las principales criticas le llegan por el uso de bots (robots) o cuentas falsas para difundir un mismo mensaje varias veces, como le recriminó el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en el Congreso y también por la propagación de bulos, como el fotomontaje de la Gran Vía madrileña llena de ataúdes.

En  Vox lo niegan asegurando que no hay pruebas de ello y, ante la intención del Gobierno de monitorizar las redes sociales para evitar los bulos, hablan de «censura».

Desde Unidas Podemos calculan que han sumado unos 17.000 seguidores en internet en estas semanas, mientras que sus tuits han crecido un 66 por ciento en alcance y las visitas a su perfil han aumentado un 148 por ciento. Todo esto enmarcado en el crecimiento general de Twitter, como siempre pasa en situaciones excepcionales. La formación morada no centra su actividad solo en esta red social sino que mantiene perfiles para comunicar por Facebook, Instagram, Tiktok, YouTube y Telegram.

 

Cs y PSOE

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no ha incrementado especialmente su presencia en redes desde que se puso en marcha el estado de alarma y mantiene una actividad similar a la que desarrollaba con anterioridad. Lo que sí ha hecho el partido naranja es centrarse en la crisis del coronavirus lanzando campañas específicas como #SomosEspaña para agradecer la labor de los sanitarios, policías, el Ejército y todos los que trabajan en la cadena de distribución, o la iniciativa solidaria #NoEstasSolo para ayudar a los afiliados mayores.

Con una estrategia que se aparta de la crítica dura al Gobierno de Pedro Sánchez, lo que supone un giro respecto a la política de Albert Rivera, Cs ha optado por la vía propositiva en sus mensajes en todas las redes que maneja (Twitter, Facebook, Instagram o Telegram).

El PSOE, mientras, se está volcando igualmente en estas redes y, de hecho, ha pedido a sus militantes y cargos de partido que no solo combatan los bulos en este ámbito, sino lo que consideran campañas de acusaciones infundadas de la oposición para desprestigiar la gestión del Ejecutivo ante esta crisis. Y es que la batalla ante la pandemia también se libra en las redes sociales, chat a chat y tuit a tuit.