Desde que pusieron en marcha su servicio de atención del Defensor del Profesor, los casos que llegan a ANPE no dejan de subir. El curso 2016-17 fueron 65, un año después subió a 91 y el último curso se pasó de la barrera de los cien, con 101 casos atendidos. Y esos son solo los que llegan a este sindicato, que a través de la línea de teléfono 620 501 049 y en sus sedes ofrece atención psicológica y asesoramiento jurídico.

De los casos que les llegan más de la mitad se producen en Primaria (un 55%), que además suben en comparación con el curso anterior, cuando marcaban un 48%. Los casos en Secundaria y Bachillerato representan un 25%, los de Infantil un 13% y en otras enseñanzas (FP, idiomas, conservatorio, adultos) hay un 7%.

La coordinadora del servicio de Defensor del Profesorado, Pilar Sánchez, destacó en cuanto a tipología, que han aumentado las agresiones de padres a profesores, pasando de 7 a 12. Son más que las agresiones físicas de alumnos a profesores, que fueron dos.

También detecta un incremento de los daños a la propiedad, sobre todo a coches, con cinco casos el último curso, aunque también señala que hay daños a buzones o pintadas en aquellos lugares más pequeños en los que los alumnos conocen donde vive el profesor.

Por provincias, han subido los casos en Albacete, con seis más hasta los 20 y en Ciudad Real, con nueve más hasta los 24. En Cuenca fueron tres, en Guadalajara 15 y Toledo sigue siendo la provincia con más casos atendidos, llegando a los 38, aunque bajó en cuatro. Dentro de esta provincia con más casos, comentó que hay especial incidencia en las grandes ciudades, Toledo y Talavera, y la comarca de La Sagra.

De los profesores atendidos, el 100% pidió atención psicológica y el 75%, asesoría jurídica. Aun así, comentó que hay muchos que no denuncian «porque tienen miedo».  Destacó que en el 74% de los casos declaró tener ansiedad, el 16% de los profesores atendidos acabó de baja y el 2% optó por abandonar la profesión.

El presidente de ANPE en la región, Ramón Izquierdo, alertó de que el uso de las redes sociales está viralizando el acoso. Expone que antes el padre cuestionaba la labor del profesor o le insultaba de tú a tú, pero que ahora esas amenazas y ese desprestigio lo extiende por grupos de wassap y de Facebook, magnificando las consecuencias en el docente.